sábado, 29 de septiembre de 2007

El atolladero del petróleo

12.10.2004
JUANJO SÁNCHEZ ARRESEIGOR

El Correo


Están empezando a quedar atrás los buenos viejos tiempos en que los precios del petróleo estaban 'sólo' por las nubes. Existe el grave riesgo de que los altos niveles actuales nos parezcan moderados dentro de un par de años. Se han unido dos factores para esta subida espectacular. El primero es el aumento del consumo mundial en general y en especial el tirón de China, la potencia mundial emergente, devoradora insaciable de recursos ahora que sus 1.300 millones de habitantes se están industrializando. Este factor merece ser resaltado porque la demanda de China esta tirando hacia arriba de los precios de muchas materias primas y no sólo del petróleo. Al mismo tiempo, la cada vez más grave situación en Irak y la creciente guerrilla del delta del Níger han sembrado la inquietud en los mercados al amenazar e incluso bloquear el suministro desde dichos países. Sin embargo, la situación no es tan grave como parece cuando leemos que los precios se acercan ya de forma sostenida a los 50 dólares por barril e incluso los superan. Si tenemos en cuenta la inflación acumulada en los últimos decenios, para igualar los precios máximos de 30 ó 32 dólares de 1979 el barril de petróleo debería subir hasta los 78 u 80 dólares actuales, y todavía estamos bastante lejos de semejantes precios.

La verdadera amenaza que pesa sobre la economía mundial estriba en la posibilidad de permanencia indefinida de estos precios altos. En el pasado reciente las crisis del petróleo eran fenómenos cíclicos que sólo duraban unos pocos años antes de remitir. El mismo aumento de los precios ponía en marcha mecanismos correctores: reducciones del consumo por ralentización de la economía y por estrategias de sustitución, unidas a aumentos de la producción al entrar en servicio pozos poco o nada rentables anteriormente, además de la búsqueda frenética de nuevos yacimientos. Los ecologistas amenazaban una y otra vez con el agotamiento del petróleo pero, aunque las reservas de este material son en efecto limitadas y se acabarán realmente algún día, tales profecías apocalípticas resultaron ser siempre muy prematuras.

El nuevo factor que puede cambiar este ciclo de ascenso y caída de los precios es el desarrollo de grandes naciones del Tercer Mundo. No es sólo China, sino también India, con 1.000 millones de habitantes, cada vez más desarrollada e industrializada, al igual que otros países más pequeños. Hasta fechas muy recientes el mundo desarrollado -es decir, Estados Unidos, Japón, Canadá, Europa occidental y un par de países más- abarcaba una pequeña fracción de la población mundial, en realidad no llegaban siquiera a las cifras de China o India por sí solas.

Una terrible crisis es inminente. No es posible negarles el desarrollo a los países subdesarrollados. El subdesarrollo es la fuente de infinidad de miserias, injusticias, conflictos bélicos y problemas de todo tipo, pero el planeta entero no dispone de los recursos físicos suficientes como para sostener un desarrollo y un nivel de vida occidental a escala mundial, no sin una drástica reducción de la población, un espectacular salto tecnológico o ambas cosas al mismo tiempo. No hay posibilidades reales de agotamiento absoluto de las reservas petrolíferas hasta 2050 ó 2060 como muy pronto, pero la escasez relativa podría ser inminente. Por otra parte, los precios podrían llegar a subir tanto que sería tan forzoso prescindir del petróleo como si de verdad se hubiese agotado por completo.

Pero esto es mucho más fácil hacerlo que decirlo, especialmente en el terreno del transporte y sobre todo de la aviación. Las guerras que previsiblemente estallarán por los recursos menguantes sólo servirán para exacerbar la crisis sin resolverla. La catástrofe que se avecina podría exigir la instauración de un nuevo orden mundial pero éste podría asumir formas muy diversas. Los norteamericanos dan por sentado que dicho nuevo orden sólo podría consistir en su incontestada hegemonía planetaria, pero eso no es más que un delirio megalómano. Todo el poderío militar norteamericano, toda su tecnología, toda su riqueza, sus proclamas y su arrogancia no han sido suficientes para controlar Irak. Más aún, su política en Oriente Medio ha contribuido a exacerbar la presente crisis. En tales condiciones, sería quimérico imaginar que pueden controlar el mundo. De hecho, bajo la actual administración son más débiles de lo que nunca han sido. en décadas, con mucha tecnología pero poca infantería, enemistados con la mayoría de sus aliados y lastrados por enormes déficits financieros. La solución no vendrá de Washington, al menos por el momento.

Como por ahora las reservas mundiales de petróleo están lejos de agotarse y durante las crisis anteriores hemos conseguido una cierta experiencia en tecnologías y estrategias de ahorro y sustitución, es posible que la presente situación remita dentro de algún tiempo, pero el nuevo panorama creado por China implica que el descenso de los precios no será tan intenso ni tan largo como en ocasiones anteriores. Aún así, ésa podría ser la última oportunidad del Gobierno español para trazar planes y hacer preparativos para afrontar la mayor amenaza previsible contra la seguridad futura del país. Es desesperante contemplar el panorama con la casi absoluta certeza, derivada de la experiencia, de que nada va hacerse hasta que la crisis final explote.


Ver también:

La crisis del petróleo - 31.7.2003 - El Correo. Roberto Bermejo
El fin de la era del petróleo - 16.9.2004 - El Correo. Roberto Bermejo

El fin de la era del petróleo

16.9.2004
ROBERTO BERMEJO PROFESOR DE ECONOMÍA DE LA UPV Y MIEMBRO DE BAKEAZ

El Correo



El 4 de diciembre de 2003 The Economist' publicaba en primera página el siguiente titular: 'Se ha acabado la era del petróleo'. El artículo es uno más sobre el tema entre la avalancha publicada en el último año en los principales periódicos y revistas financieras del mundo y con posturas cada vez más proclives a la tesis del artículo citado. Pero conviene aclarar de entrada que el fin de la era del petróleo no quiere decir que éste se acabe, sino que hemos entrado en una situación de petróleo caro, la cual se agudizará, sobre todo, cuando se alcance el techo de extracciones. Y éste depende de las reservas existentes y del ritmo de consumo.

Sobre las reservas de petróleo existen dos posiciones básicas. La primera, basada en el estudio de 2000 del US Geological Survey (USGS), sostiene que no habrá problemas de abastecimiento, al menos, hasta 2030, según unas estimaciones muy optimistas sobre las reservas existentes. La mayor parte de los gobiernos, incluidos los de Estados Unidos y la Unión Europea, y, en líneas generales, la Agencia Internacional de la Energía (organización creada para impulsar el uso del petróleo), aceptan las tesis de este estudio, que rompe con la moderada tendencia tradicional del USGS.

La segunda posición aglutina a muchos geólogos que frecuentemente han alcanzado puestos ejecutivos en el sector petrolero o se dedican a la docencia universitaria. Los miembros europeos de este colectivo están agrupados en la Association for the Study of Peak Oil (ASPO), cuyos objetivos son estudiar las reservas existentes y su agotamiento y elevar la conciencia de los gobiernos y la ciudadanía para que se tomen medidas. Esta postura cuenta con el respaldo de los estudios más exhaustivos realizados: el informe 'Global 2000', publicado en 1980 por orden del presidente Carter; el estudio 'World Oil Supply 1929-2050'; el realizado por Petroconsultants de Ginebra en 1995 (la cual analiza los 10.000 yacimientos existentes); y el realizado por 65 consultoras, compañías de petróleo y otros organismos. Estos informes estiman que las reservas son un tercio inferiores a las defendidas por-el USGS. Las reservas calculadas por la ASPO son semejantes a las de los estudios anteriores. Estos expertos critican la falta de rigor científico del estudio del USGS y basan sus estudios en la teoría de Hubbert y en el análisis de más de treinta años del comportamiento de los países petroleros, la mayoría de los cuales ya han superado sus techos. Este geólogo predijo en la década de los cincuenta (y en contra de la opinión general) que el techo de extracciones de Estados Unidos se alcanzaría a principios de la década de los setenta. Y ocurrió en 1971. Su teoría se basa en la premisa de que las curvas de descubrimientos de nuevos yacimientos y de extracciones tienen forma de campana. Unas décadas después de que la primera curva alcanza el techo lo hace, asimismo, la segunda curva, al crecer el desfase entre consumo y petróleo nuevo.

La curva mundial de nuevos descubrimientos alcanzó su techo en 1964, y desde entonces ha seguido una tendencia fuertemente decreciente. La versión de esta curva de Exxon (la mayor compañía petrolera del mundo) es igual que la de la ASPO. Desde 1976 no se han descubierto yacimientos gigantescos, y los hallazgos de los grandes tienden a cero. En 2000 se descubrieron 16, 8 en 2001,3 en 2002 y ninguno en 2003. A partir de 1981 el consumo supera el petróleo nuevo, y ahora los expertos revelan que, por cada cuatro barriles consumidos, sólo uno procede de nuevos descubrimientos. Chevron-Texaco calcula que 4 de 10 barriles consumidos son nuevos. El ritmo actual de descubrimientos es la cuarta parte del previsto en el estudio del USGS para el período 1995-2025. Por otro lado, el consumo está creciendo mucho. Para 2003 la Agencia Internacional de la Energía pronosticaba un incremento en el consumo de 220.000 barriles diarios, y ha sido de 1,4 millones. Para este año prevé un aumento de 2 millones, hasta llegar a 82 millones de barriles diarios. Así que el techo de extracciones no anda lejos. La ASPO ha venido estimando que éste se alcanzaría en 2010, pero ahora lo ha adelantado a 2006 por el incremento del consumo, aunque admite que su curva de extracciones será prácticamente plana entre 2005 y finales de década. Bakthiari, director de planificación de la compañía petrolífera estatal iraní, lo sitúa en 2007, y Simmons (miembro de la Comisión de Energía de Estados Unidos y dueño de una importante sociedad de inversiones en energía) cree que se puede producir en cualquier momento.

En la Tercera Conferencia Mundial sobre el techo del petróleo, celebrada en mayo y organizada por la ASPO, debatieron representantes de las principales empresas petroleras, de la Agencia Internacional de la Energía, del Gobierno de EE UU, de la compañía estatal saudí (ARAMCO), etcétera, y cientos de expertos. Según Roger Herrera, en palabras recogidas en un artículo de la revista 'Petroleum News', «uno tiene que concluir que los David (los expertos) fueron los ganadores, y no es fundamental si el tempo es correcto, porque algo habrá que hacer para encarar el día después del Techo del Petróleo».

Las compañías petrolíferas se .están encontrando con dificultades crecientes para satisfacer la demanda. En 2003 BP, Shell y Chevron-Texaco anunciaron la sustitución de sus tradicionales altos objetivos de 'producción' por otros más reducidos. El incremento de las prospecciones fallidas está poniendo a algunas compañías en apuros financieros, por lo que, a menudo, son absorbidas por otras. Éstas consiguen así aumentar una capacidad que no pueden alcanzar con los recursos propios. BP ha absorbido a Amoco y Arco, Exxon a Mobil, Chevron a Texaco, etcétera. Esta situación se ha puesto de manifiesto de forma dramática al anunciar Shell este año una reducción del 22% en sus reservas, lo cual ha dado lugar a que numerosas compañías pequeñas hagan lo mismo. Ante estas dificultades, las empresas no pueden decir que se están enfrentando a una escasez estructural, porque sus acciones se hundirían. De ahí que suelan afirmar que es necesario invertir mucho más. Exxon estima que para satisfacer la demanda en 2010 será preciso invertir un billón de dólares. Pero nadie está dispuesto a contribuir al logro de tal cota de inversión, tal como constata un estudio de la revista 'Petroleum Review' (enero de 2003). Por el contrario, muchas de estas empresas están reduciendo sus inversiones en petróleo para dedicarlas a otros campos (hidrógeno, energías renovables, etcétera). Según Robert Anderson, anterior director de Arco, esta situación «es la puesta de sol de la industria, y el sol está realmente bajo en el cielo».

Algunos gobiernos empiezan a reaccionar. El Consejo Danés de Tecnología (organismo oficial) celebró una conferencia internacional sobre el techo del petróleo en diciembre de 2003, dentro de un programa de estudios sobre el agotamiento del petróleo y sus consecuencias. Sudáfrica también está estudiando el problema, y Australia Occidental ha decidido apostar por una economía solar, al llegar a la conclusión de que estamos cerca del techo.

Krugman, considerado como el economista más influyente de su generación, constata que la demanda crece y que los nuevos descubrimientos decrecen. Así que «la colisión entre la demanda mundial rápidamente creciente y una oferta mundial limitada es la razón por la cual el mercado del petróleo es tan vulnerable». Por ello, «nos tendremos que adaptar» a una era de petróleo caro ('New York Times', 4 de mayo de 2004). Pero, una vez que se alcance el techo, el petróleo será extremadamente caro, sobre todo si no hay coordinación internacional para gestionar la transición hacia una economía solar. Una idea de su magnitud nos la da lo ocurrido en las crisis del petróleo. El 19 de octubre de 1973 el barril subió de 3 a 5 dólares, y para Navidad había alcanzado los 11,65 dólares (42 dólares actuales). La causa me un desfase del 5% entre la oferta y la demanda. Entre 1975 y 1980 el barril subió de 7 a 35,69 dólares (82 dólares actuales).

rbermejo@bakeaz.org

http://turcon.blogia.com/2005/122106-el-fin-de-la-era-del-petroleo.php


Ver también:

La crisis del petróleo - 31.7.2003 - El Correo. Roberto Bermejo
El atolladero del petróleo - 12.10.2004 - El Correo. Juanjo Sanchez Arreseigor

viernes, 28 de septiembre de 2007

La crisis del petróleo

31.7.2003
ROBERTO BERMEJO PROFESOR DE ECONOMÍA DE LA UPV/EHU Y MIEMBRO DE BAKEAZ

El Correo


El petróleo aporta el 40% de la energía comercial, y el 90% de este porcentaje lo utiliza el transporte y, sobre todo, el de carretera. La última y definitiva crisis del petróleo comenzará en el momento en que la capacidad extractiva (se habla de producción, pero no se produce nada, sólo se extrae) alcance su techo y no se pueda hacer frente al incremento de la demanda. El factor clave para definir este momento es la estimación de los recursos existentes, y no es fácil hacerlo porque, además de su dificultad intrínseca, los gobiernos y las empresas petroleras han venido realizando estimaciones muy superiores a las reales. Éstas les permiten a los miembros de la OPEP demandar una mayor cuota de extracción y atraer inversiones a los no miembros de la OPEP. A las empresas petroleras también les ha interesado hasta ahora adoptar la visión optimista para atraer y conservar inversores.

Existen básicamente dos posturas en relación con los recursos de petróleo. Una (suscrita por EE.UU., la Unión Europea y la Agencia Internacional de la Energía) acepta las conclusiones del estudio del año 2000 del US Geological Survey. Éste se basa en la aceptación de las estimaciones realizadas por los estados petroleros, lo que entre otros factores supone aceptar que existen enormes yacimientos por descubrir. Desde hace muchos años unos setenta países, de entre cerca de cien países petroleros, vienen declarando unas reservas constantes, a pesar de las extracciones realizadas. Nunca distinguen entre reservas probadas y estimadas. El informe hace una estimación total de 3 billones de barriles, en función de la cual se considera que no habrá problemas de abastecimiento hasta después de 2030. El US Geological Survey rompe así con las moderadas estimaciones que venía realizando hasta entonces, además de con las del informe 'Global 2000', elaborado en 1980 durante la presidencia de Carter. Este último y otro estudio ('World Oil Supply 1920-2050') realizado en 1995 por entidades independientes coinciden totalmente con la segunda posición, que exponemos en las siguientes líneas.

Esta segunda postura es defendida por muchos geólogos, unos con experiencia en trabajo de prospección y otros investigadores universitarios. Critican la falta de rigor científico del estudio del US Geological Survey y basan sus estimaciones en la teoría de Hubbert, geólogo estadounidense que acertó a predecir en la década de los cincuenta (y en contra de la opinión general) que el techo de extracciones de EE.UU. se produciría a principios de la década de los setenta. La teoría de Hubbert parte de la premisa de que las curvas de descubrimientos de nuevos yacimientos y de extracciones tienen forma de campana, y que unas décadas después de que la primera curva alcanza el techo lo hace, asimismo, la segunda. Los defensores de esta teoría calculan que las reservas son poco más altas de 2 billones de barriles y que el techo de extracción se producirá en 2010.

Basan sus previsiones en los siguientes argumentos: a) Las estimaciones declaradas por los estados petroleros están siendo desmentidas por la realidad. En la década de los ochenta estos estados incrementaron sus estimaciones de reservas en 300.000 millones de barriles, pero se descubrieron sólo 10.000 millones. El ritmo de descubrimientos es la cuarta parte del previsto en el citado estudio de 2000 para el período 1995-2025. b) La curva de nuevos yacimientos alcanzó su techo en 1964, y desde entonces ha seguido una tendencia media a disminuir. A partir de 1981 el consumo supera los descubrimientos, y ahora por cada cuatro barriles consumidos sólo uno procede de nuevos descubrimientos. c) El techo de los descubrimientos debe ser seguido por el de las extracciones, ya que sólo se puede extraer lo que se encuentra. La mayor parte de los países petroleros han sobrepasado el techo de extracciones, y esto ha ocurrido entre treinta y cuarenta años después de superar el techo de los descubrimientos. d) A medida que más países alcanzan el techo de extracción, ésta comienza a descender, de forma que el peso de mantener la oferta al nivel de la demanda recae en cada vez menos países que están en la fase 'pretecho'. De ahí que tengan que acelerar sus extracciones, con lo que se aproximarán rápidamente a su techo. Éstos son algunos países de la antigua Unión Soviética (zona del mar Caspio y Rusia, a la cual se le estima un potencial de crecimiento de extracciones, a pesar de haber superado su techo en la década de los ochenta, debido a que el hundimiento del antiguo régimen produjo una caída anormalmente alta en las extracciones), del golfo Pérsico (Irak, Abu Dhabi y Kuwait), Angola y Brasil (petróleo a gran profundidad en el océano), y Canadá y Venezuela (petróleo no convencional procedente de arenas asfálticas).

A partir de estas consideraciones concluyen que el techo se producirá en 2010, con una extracción diaria de 87 millones de barriles. La extracción actual es de unos 75 millones. Ésta es la conclusión a la que han llegado las Conferencias mundiales de expertos en petróleo celebradas en Upsala (2002) y París (2003). Se estima que, una vez alcanzado el techo, las extracciones irán disminuyendo al ritmo anual del 3%. De todas formas, el alcance del techo no se va a manifestar de una forma puntual en un año determinado, sino que antes de que sea claramente evidente se van a ir produciendo dificultades de suministro en invierno (se consumen 2 millones de barriles/día más que la media), acompañadas de subidas de los precios. Estos fenómenos se irán agudizando con el tiempo, de forma que sólo unos precios muy altos podrán igualar la oferta y la demanda.

Se están manifestando una serie de hechos que respaldan las tesis de los geólogos. El más espectacular es el cambio de postura de las grandes compañías petroleras. Como hemos visto, han venido haciendo previsiones muy optimistas sobre el futuro del petróleo y sobre sus incrementos de extracciones, pero a partir de 2002 esta postura ha empezado a cambiar. Empezó Exxon (la mayor compañía petrolera del mundo) publicando en 2002 un gráfico de la evolución de los descubrimientos mundiales igual -hasta en los detalles mínimos- que el calculado por los geólogos. Esto significa que acepta que el ritmo de los descubrimientos ha venido cayendo desde el techo de 1964. Pero no acepta la conclusión del declive inevitable del petróleo y propone la necesidad de realizar inversiones enormes para encontrar nuevos yacimientos que garanticen el suministro, al menos, hasta 2020. Calcula en un billón de dólares la inversión necesaria para garantizarlo en 2010. Con estas premisas es lógico que prevea fuertes subidas en los precios en el futuro próximo. BP, Shell y Chevron-Texaco han anunciado, por el contrario, que sustituyen sus tradicionales objetivos ambiciosos de 'producción' por otros más reducidos y plantean una cifra de recursos mundiales mucho más baja que la del citado estudio estadounidense. La revista 'Petroleum Review' (enero 2003) ha analizado los proyectos de inversiones de las compañías petroleras y ha llegado a la conclusión de que no aportan incrementos significativos de capacidad extractiva. La razón principal de este cambio ha sido que han tenido que reconocer que en los últimos años no han alcanzado los objetivos anuales de extracción (BP ha rebajado tres veces sus objetivos durante 2002), y ahora se deben contentar con mantener el ritmo de extracciones a costa de masivas inversiones, porque han proliferado las prospecciones fallidas y, en consecuencia, ha disminuido la rentabilidad de sus inversiones. Esto ha provocado la crisis de algunas compañías, que, a su vez, han sido absorbidas por otras. Estas últimas han conseguido así aumentar sus extracciones, algo que no podían hacer con los recursos propios. Esto es lo que ha hecho BP con AMOCO y ARCO.

Otros hechos son el cambio de postura sobre el futuro del petróleo por parte de algunos gobiernos, el creciente eco en los medios de comunicación a la posición de los geólogos, la proliferación de páginas de Internet especializadas en la crisis del petróleo, etc. El gobierno de Australia occidental se plantea un cambio radical de su política energética, basándose en la asunción del agotamiento del petróleo. El Consejo Danés de Tecnología (organismo oficial) va a comenzar una serie de estudios sobre el agotamiento del petróleo y sus consecuencias.


http://www.bakeaz.org/medios/2003/03_07_31,%20Bermejo.htm


Ver también:

El fin de la era del petróleo - 16.9.2004 - El Correo. Roberto Bermejo
El atolladero del petróleo - 12.10.2004 - El Correo. Juanjo Sanchez Arreseigor

Del dicho al hecho

28/09/2007
FERNANDO SAVATER

El País


Al día siguiente de anunciar Rosa Díez su abandono del PSOE y su incorporación a UPD, oí en la tertulia radiofónica a una vesánica progubernamental que pronosticaba los más irrisorios resultados electorales al nuevo partido y añadía ominosamente: "Entonces ya veremos lo que pasa con esos promotores...". Recordé a Ségolène Royal, que tras ser derrotada comentaba "si hubiera sido Juana de Arco, me hubieran quemado", y me imaginé a Rosa -que es tan intrépida como la Doncella de Orleans- ardiendo en funesta pira por no haber obtenido mayoría absoluta, mientras Carlos Gorriarán y yo mismo intentábamos atravesar las llamas cantando con música de Verdi aquello tan bonito de "¡pobre infeliz, corro a salvarte!". Menudo panorama.

Entiendo que a los ciudadanos les pueda parecer bien, regular o mal nuestra propuesta política, pero, francamente, no me parece lógico que nadie decida castigarnos por hacerla. No oigo más que lamentos por el desinterés reinante -en especial por parte de los jóvenes- en asuntos que a todos nos conciernen y resulta raro que cuando alguien se toma la indudable molestia de implicarse en ellos con mayor o menor acierto se le tiren al cuello. Por lo visto, lo que molesta es que vamos a "quitarle votos" a uno u otro de los grandes partidos. Confieso que no sabía que los votos son propiedad de los partidos: yo creí que eran del votante hasta que los deposita en la urna. Incluso diré que la mayoría de los votantes que conozco han optado a lo largo de los sucesivos comicios por una u otra opción, lo cual me parece revelador de su autonomía personal a la hora de elegir. Pero los grandes partidos se ven a sí mismos como rediles donde encierran borregos de su propiedad y el que ofrece nuevas propuestas políticas es un ladrón de ganado. Confían más en la resignación del electorado que en el atractivo de sus programas: saben que la mayoría de la gente tiene que optar entre un partido que no le gusta y otro al que odia, esperando cada preboste que el suyo sea el que sólo no les gusta. De modo que se indignan si alguien rompe el cómodo maniqueísmo vigente. Es significativo que la pregunta habitual que se nos hace es si vamos a hacer "daño" al PP o al PSOE, nunca si creemos que vamos a ser beneficiosos para los ciudadanos, al ampliar la oferta política..., sobre todo para los muchísimos que nunca han votado o que ya no votan, por insatisfacción o aburrimiento.

Porque UPD no viene al mundo para castigar a ninguna opción política, sino para ayudar a que se gobierne de otro modo. No tenemos el arrogante propósito de echar a nadie del terreno de juego, sino de ayudar a que mejore el fair play de unos y otros, pues todos somos necesarios. Quisiéramos contribuir a fomentar la modestia democrática, según lo expresó muy bien Albert Camus: "Habría que dejar de mirarse el ombligo. Eso les dará a los diputados y a los partidos un poco de esa modestia que distingue a las buenas y verdaderas democracias. El demócrata, al fin y al cabo, es alguien que admite que un adversario puede tener razón, lo deja expresarse y acepta reflexionar sobre sus argumentos". Esto nos diferencia de cuantos reducen el razonamiento político al simple "por lo menos, nosotros no somos ellos". No compartir nunca nada con el adversario ni reconocerle jamás mérito alguno es la más imbecilizadora de todas las fórmulas sectarias. Por tanto, que nos encasillen en la derecha o en la izquierda es la menor de nuestras preocupaciones: en este país, en el que el Gobierno socialista busca para su política económica el aval de los grandes banqueros y la oposición liberal se pasea del brazo con los obispos más integristas, lo de la izquierda y la derecha puede tomárselo uno sin grandes agobios. Padecemos desde hace demasiado a un batallón de inasequibles al ridículo que ante cada traspiés de Zapatero nos recuerdan que en su día los populares lo hicieron igual o peor, como si eso debiera consolarnos. Pero ahora también sufrimos a quienes agotan su ideario en un perpetuo "delenda est ZP". Una de las más sutiles escenas de Macbeth ofrece el diálogo entre el príncipe Malcom, hijo del asesinado Duncan, y Macduff, cuyo niño también ha muerto a manos del tirano: para probar a Macduff, que quiere devolverle el trono usurpado, Malcom confiesa todo tipo de vicios y atroces ambiciones, que Macduff asume como menudencias con tal de que se derroque a Macbeth. La suya es sencillamente la opción del rencor. Pues bien, UPD no debe degradarse a nada semejante y hará bien en no servir de altavoz a los simples rencorosos, largos en bilis y cortos de caletre, así como en no aceptar su consejo.

Nuestro objetivo primordial ha de ser defender la igualdad de los ciudadanos, sin la cual no hay Estado de Derecho que valga. Y ello comporta para empezar determinar constitucionalmente sin equívocos las atribuciones del Estado y las de las autonomías, que son parte subsidiaria de él y no estaditos de la competencia. Lo preocupante no es el nacionalismo de los nacionalistas, salvo porque su peso en el conjunto del país está sobredimensionado gracias a la ley electoral. Ellos defienden aquello en lo que creen y mientras lo hagan pacífica y legalmente no hay nada que objetar, sólo intentar oponerles mejores razones. Pero lo malo es el nacionalismo rampante de los no nacionalistas, la generalización por todo el país de una suerte de pseudo-nacionalismo inducido o regionalitis galopante. Cunde el ejemplo del modelo nacionalista de protesta o reivindicación, visto que sólo parece rentable electoral y económicamente exigir "que no nos quiten lo nuestro" o "que nos lo den todo ya", aunque sea desinteresándose de lo común. Se escucha como algo normal que "Cataluña" o "Andalucía" tributan tanto o cuanto al Estado, cuando en realidad son los ciudadanos los que pagan, no las comunidades ni los territorios. Y se dice por boca no nacionalista que "el País Vasco será lo que quieran los vascos" o "Cataluña lo que quieran los catalanes", afirmaciones netamente nacionalistas, porque la verdad constitucional es que España será lo que quieran los españoles en todas y cada una de sus partes. La autodeterminación efectiva que más importa es la de los ciudadanos españoles en la gestión de su comunidad global y el primer derecho histórico a respetar es el que tenemos todos, hayamos nacido donde hayamos nacido y vivamos donde vivamos, a permanecer unidos e iguales en el Estado español. Desde el punto de vista educativo, ya es hora de acabar con el fetiche beatificado de la diferencia a ultranza y con la maldición que convierte la unidad y la semejanza en imposiciones cuasi-fascistas.

La necesaria igualdad de la ciudadanía democrática (que no es contraria al pluralismo, sino su base) encuentra resistencias ideológicas notables. Lo ha demostrado la absurda polémica en torno a la Educación para la Ciudadanía en la que -más allá de anecdóticos dimes y diretes- se ha comprobado que todavía hay ciudadanos que consideran un abuso inadmisible el establecimiento explícito y razonado de una serie de valores cívicos comunes, que no dependen de la moral de cada cual, sino de la ética de convivencia en la igualdad. En eso consiste precisamente el laicismo y por ello es tan imprescindible en democracia como el sufragio universal. Las creencias (religiosas, filosóficas, etc.) son un derecho de cada uno -siempre que en su nombre no se conculquen las leyes-, pero no un deber de nadie y menos de las instituciones públicas. Y por supuesto debe haber igualdad entre quienes tienen tal o cual fe y quienes no tienen ninguna. Sostiene mi amigo Jon Juaristi que la derecha española no peca de clericalismo y aduce como prueba que Juan Pablo II condenó la invasión de Irak y la derecha la apoyó. Hombre, puestos a ser anticlericales, podían haber elegido mejor ocasión. Pero puede que él tenga razón y yo haya estado distraído durante los últimos lustros. Mejor que mejor, porque así tendremos mayor apoyo al plantear la revisión del Concordato con la Santa Sede y temas afines.

Algunos de los promotores de UPD hemos defendido estas ideas en los medios de comunicación a lo largo de años. Pero hay que ir más allá del debate intelectual y de las opiniones, por bien argumentadas que estén. Hemos visto que con eso no basta y, por tanto, nos decidimos a pasar de los dichos a los hechos parlamentarios. ¿Somos ingenuos? Seguramente sí, al menos en el sentido originario de la palabra: nacemos libres, sin vasallajes ni peajes que pagar. Volviendo a Macbeth, el usurpador pedía a los cielos ultrajados que le permitieran dormir, dormir "a pesar de los truenos". En este país se oye tronar cada vez más, pero nosotros no queremos dormir: al contrario, pretendemos tener a los ciudadanos bien despiertos, vigilantes y combativos.

Fernando Savater es catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/dicho/hecho/elpepuopi/20070928elpepiopi_6/Tes

Ibarretxe, el reto a la democracia

28.09.2007
ANTONIO ELORZA

El Correo


En el debate celebrado anteayer en el Congreso sobre el tema de la obligatoriedad de las banderas, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega expuso ante las críticas del popular Ángel Acebes la peculiar filosofía del Gobierno en caso de conflicto entre la norma y su cumplimiento. Sin duda sus palabras le debían mucho al ya políticamente difunto Josu Jon Imaz. Sólo que en vez de 'no imponer, no impedir', ahora se trataba de 'no imponer, convencer'.

Suena bien. Sólo que esa filosofía entra en abierta contradicción con la esencia del funcionamiento del Estado, que consiste en estar dispuesto a imponer, llegado el caso, mediante el monopolio de la violencia legal, la ejecución de aquellas disposiciones que de otro modo pudieran ser objeto de incumplimiento por parte de ciudadanos e instituciones. Eso no quiere decir que el Gobierno tenga que recurrir simplemente al uso de la fuerza. Bien al contrario. En un régimen democrático todos aquellos que se encuentren sometidos al Estado de Derecho han de compartir la creencia en que sólo por medio de una leal adecuación al sistema normativo pueden actuar en la sociedad y en la política. De hecho una y otra vez el Gobierno pone en práctica esa facultad que le corresponde. A nadie se le ocurre que en las leyes de tráfico o los impuestos los ciudadanos han de esperar a ser convencidos para no saltarse un semáforo en rojo o evitar el fraude. Poner la bandera de España o no ultrajar la imagen del jefe del Estado debieran ser cosas normales, lo cual no significa que tengan que estar colgada la primera y exhibido el retrato del segundo por todas partes y en todo momento. También en el cumplimiento de la ley entra en juego la ponderación. Otra cosa es la infracción sistemática, que en estos casos vendría a recordar que un Gobierno reconoce implícitamente que en Cataluña y en Euskadi está vigente otra legalidad, que en un plano simbólico sirve de prólogo a una fractura definitiva del Estado. A esto se orientan los infractores y ni Zapatero, ni su Gobierno, ni el PSOE, a estas alturas de la historia, pueden ignorarlo.

De cara a la pretensión de Ibarretxe y su tripartito de llegar por una u otra vía a una autodeterminación contraria al ordenamiento constitucional, estas observaciones mantienen una plena vigencia. Lo que el lehendakari pretende con el discurso de esta mañana no es otra cosa que sentar las bases para legitimar un referéndum de autodeterminación por la soberanía vasca o, lo que es lo mismo por otro camino, una negociación 'amable' con el Gobierno de Madrid que llevara al mismo objetivo. Ibarretxe fracasó en la presentación de su plan en Madrid, ante el Congreso de los Diputados, y lo que fue más importante, fracasó al plantear las últimas autonómicas como un plebiscito de los vascos -y, cómo no, las vascas- sobre su proyecto. Luego la tregua de ETA le arrebató todo protagonismo e hizo posible que el PNV asumiera, bajo la guía de Imaz, un nuevo papel como agente de racionalización en el proceso llamado 'de paz'. Pero al fracasar también éste, sólo quedaba el obstáculo de la política antiETA y 'transversal' del propio Imaz para relanzar lo irracional. En efecto, Imaz proponía una incompatibilidad total entre sustitución del Estatuto vigente y continuación del terror; y contra el frente nacionalista implícito que respalda la autodeterminación a corto plazo, recomendaba una política de alianzas transversales con el PSOE. Bajo todas las cortinas de unidad que presidieran la crisis del PNV, el resultado de la misma es evidente. Imaz ha sido derrotado en toda regla. La retirada de la candidatura de Egibar y la figura de Urkullu salvan la cara, pero en realidad, como en el poema sobre la batalla de Beotibar, las aguas vuelven a su cauce centenario, el marcado por Sabino. Urkullu seguirá una política pragmática en las relaciones inmediatas con el Estado, ya que los intereses económicos subyacentes al partido jelkide cuentan demasiado, mientras Egibar dispone del aval del texto programático para la asamblea nacional, una ratificación de la ortodoxia soberanista, y, sobre todo, Ibarretxe, como Pancho Villa en el relato, vuelve a cabalgar. Hoy es el día.

En toda esta historia, como le viene sucediendo en múltiples cuestiones, desde el Estatuto catalán a las relaciones con Cuba, pasando por la negociación con ETA, Zapatero no se entera de cuál es la estrategia de su oponente. Confía en que éste rectificará sus posiciones radicales sólo con recibir un amplio margen de confianza. Me contaba un hombre importante de Gobelas, el centro de elaboración política del PSOE, que ZP habría preferido que Patxi López no presentara su candidatura a lehendakari tras las elecciones. Así, viendo cuánto se le quiere, Ibarretxe cambiará. Pues no. Zapatero les regala, tanto a ETA como a Ibarretxe, una red por si pierden el equilibrio en el trapecio. La primera sabe que volverá a negociar en cuanto la banda terrorista quiera. Ibarretxe, que si la jugada le sale mal, Zapatero necesitará los votos del PNV tras las elecciones. Y esto es para nuestro jefe de Gobierno lo que cuenta por encima de toda otra consideración

El lehendakari lo ha tenido así fácil esta mañana. Vuelve a su historia de que sólo los vascos y las vascas tienen 'el derecho a decidir' en Euskadi. Toca cumplir lo anunciado, porque si no lo hace antes de las próximas autonómicas, caerá en el ridículo. La trampa es que no propone un referéndum de autodeterminación por la independencia, cuya incompatibilidad con el orden constitucional es palmaria, sino dar un rodeo sobre dicho orden proponiendo como contenido de dicha consulta el propio 'derecho a decidir', sin interferencias ulteriores desde el exterior (léase España). ¿Qué hay de malo en ello? No plantea nada contra la Constitución. Simplemente, si la consulta se realiza, entra en juego el efecto-mayoría, con la ciudadanía vasca convirtiéndose implícitamente en único sujeto legítimo ante sí misma. El anuncio de negociaciones con el Estado echa azúcar a la cosa, pero de un lado es un brindis al sol, ya que el Gobierno español no puede aceptar el 'marco vasco de decisión', y de otro Ibarretxe anuncia que en caso de negativa será la voluntad de Euskadi la que debe imponerse. El reto a la democracia tiene lugar mediante esta estratagema: la aparente inocencia de una consulta sobre la voluntad de los vascos, trucada porque, como prueban los euskobarómetros, al modo de encuestas similares en otros lugares, a todo el mundo le parece bien que le den la capacidad de decidir sobre el propio futuro, aumentar las cotas de autogobierno o, simplemente, vivir mejor tal y como anuncia el lehendakari. Lo que anuncia no es un choque frontal, que correspondería a sus objetivos políticos reales, sino un ataque por la espalda que en una fase sucesiva permitiera alcanzarlos. Y con la espada de Damocles de ETA suspendida sobre la cabeza de los demócratas vascos, como ha de ser para que su vocación de protagonista de la paz tenga credibilidad y para que ceda la resistencia de los no nacionalistas. Nada importa que en su día, al presentar el plan, declarara Ibarretxe que sólo tendría lugar su realización sin 'violencia'. Es todo lo contrario, y él lo sabe. Su desafío a la democracia sólo funciona con ETA en activo, del mismo modo que ETA ya tiene una razón para no ceder en sus crímenes. Hermoso contenido para 'la patria de los vascos'.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20070928/opinion/ibarretxe-reto-democracia-20070928.html

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Nuestra guerra en Afganistán

25.09.07
JUANJO SÁNCHEZ ARRESEIGOR

El Correo


Es la guerra. Por lo tanto entra dentro de lo posible que las fuerzas implicadas, incluidas las españolas, sufran bajas mortales. Sin duda, cada víctima es una tragedia en sí, un desastre humano. En una sola batalla de una guerra pueden caer miles de hombres o incluso decenas de miles en cuestión de horas. Durante los últimos seis años, en Afganistán han muerto algo más de 400 personas, muchas de ellas civiles. Desde un punto de vista militar, si los talibanes enfocan el conflicto como una lucha de desgaste, podrían echar por la fuerza a las tropas bajo auspicio de la ONU en unos 120 o 130 años -década más o menos-.

Los factores relevantes para juzgar nuestra presencia en Afganistán no son el numero de bajas, la imagen exterior de España o el partido político que envió las tropas ni tampoco el partido que ocupe el poder en este momento. Tampoco son relevantes vagas alusiones retóricas a la paz mundial, la lucha contra el terrorismo, el mantenimiento de una paz inexistente en la región o poco definidas consecuencias negativas de una retirada. Estamos enviando a nuestros hombres a una misión peligrosa y al hacerlo tenemos que mirarles a la cara para decirles que tal vez no vuelvan. Y antes de tomar este tipo de decisiones hay que pensárselo siete veces.

Reflexionemos. Supongamos que todo el contingente internacional regresa a casa, dejando a los afganos que se las compongan sin interferencia exterior. ¿Qué sucede entonces? Pues, en primer lugar, que sigue existiendo una interferencia exterior. Los talibanes son un movimiento autóctono surgido de la tribu pastún, pero dicha etnia vive a ambos lados de la frontera y su ideología fanática surge de la secta pakistaní de los deobandies, que son una versión extremista del extremismo wahabita saudí. El Gobierno de Pakistán mira a Afganistán igual que los sirios miran a Líbano: una presa a devorar y anexionar. Para conseguir este objetivo, el ejército y los servicios secretos pakistaníes respaldan incondicionalmente a los talibanes. También pretenden desviar a los fanáticos islamistas autóctonos, ansiosos de derrocar al usurpador actualmente en el poder, el general Pervez Musharraf. Las facciones fanáticas llegaron a establecer un acuerdo de tregua dentro de Pakistán para centrarse en la campaña afgana. El asalto de las tropas del Gobierno a la Mezquita roja rompió ese compromiso.

Los talibanes triunfaron la primera vez gracias al apoyo masivo de Pakistán: dinero, armas, entrenamiento y equipo llovieron sobre ellos para garantizar su triunfo. Esta política se mantuvo sin variaciones bajo los gobiernos de Benazir Bhutto, Nawaf Sharif y el general Musharraf. Muchos talibanes ni siquiera son afganos, pero sería un grave error confundirlos con meros peones. Todo lo contrario: si llegan a recuperar Afganistán, no tardarán en revolverse contra sus antiguos patronos para implantar un régimen integrista en el propio Pakistán. ¿Pueden conseguirlo? En una palabra: sí. En 1965 Pakistán tenía 50 millones de habitantes. Ahora tiene más de 150, superando en población a la inmensa Rusia. Pakistán es una caldera a presión aguardando el momento de explotar.

Entre tanto, en Afganistán, el presidente Karzai intenta crear un gobierno nacional donde apenas existe una nación. Su principal baza es negativa: el mal recuerdo que dejaron los talibanes, que no pueden llevar a cabo una verdadera guerra de guerrillas porque les falta el imprescindible apoyo masivo por parte de la población. Otra cosa es que puedan obtener ayuda mediante la coacción, el soborno o el oportunismo de los pequeños jefecillos locales, emperadores de campanario que, atentos únicamente a su propio interés a corto plazo, no tienen prejuicio alguno en venderse primero a unos y acto seguido a otros según como sople el viento. La otra baza de Karzai es la presencia de las fuerzas internacionales. Sin ellas, la rudimentaria Administración de Karzai podría quizás enfrentarse con éxito a los talibanes, pero la descarada interferencia pakistaní inclinaría la balanza en su contra. Los talibanes tomarían el país por la fuerza en cuestión de meses. Una vez conquistado Afganistán, los integristas de ambos países lo usarían como base de operaciones para derribar a Musharraf. Bajo capa de gran religiosidad, lo que surgiría en la práctica sería un imperio pastún equipado con armas nucleares.

Supongamos que todo esto llega suceder. Desde un punto de vista totalmente cínico ¿qué más nos da a nosotros? ¿Por qué deberíamos involucrarnos? Por varias razones que en última instancia se concretan en una sola: las armas nucleares de Pakistán. Miren el mapa. El hipotético imperio talibán heredaría la implicación pakistaní en la interminable guerra de Cachemira, territorio de población musulmana que India ocupa por fuerza. India tiene armas nucleares. India estuvo gobernada por una dinastía islámica, los grandes mogoles. Los musulmanes ortodoxos siempre han lamentado la pérdida de India, pero aceptan que la mayoría de la población fue siempre no musulmana y por lo tanto nunca llegó a ser tierra verdaderamente islámica. Los fanáticos por su parte la consideran tierra islámica perdida cuya reconquista es obligatoria, como Al-Andalus. Según el Corán los infieles monoteístas -cristianos y judíos- pueden conservar su fe, pero los politeístas deben convertirse o morir. ¿Se atreverían los talibanes a iniciar una guerra que podría llegar a ser atómica? ¿Les importaría a unos fanáticos que viven fuera de la realidad usar armas atómicas contra infieles politeístas? ¿Les preocuparía sufrir millones de bajas civiles en un intercambio atómico o dirían que todos son mártires y se han ido derechitos al cielo?

No nos olvidemos de Bin Laden. Por lo poco que sabemos, está vivo y oculto en algún lugar de Pakistán, cerca de la frontera afgana. El triunfo de los talibanes será el triunfo de Bin Laden. ¿Quiere usted ver a Bin Laden triunfante y con armas atómicas?

Por último, debemos recordar lo que hace pocos días declaraba el Gobierno afgano: 'No nos manden más soldados; envíen ayuda para reconstruir el país'. No le falta razón, porque si la gente ve que su situación mejora, apoyará al Gobierno y entonces los talibanes podrán pasarse décadas enteras lanzando ataques sin avanzar lo más mínimo. Entonces las muertes de nuestros hombres no habrán sido en vano.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20070925/opinion/nuestra-guerra-afganistan-20070925.html

lunes, 24 de septiembre de 2007

Mueren dos soldados españoles en Afganistán

ATAQUE TALIBÁN CONTRA LAS FUERZAS DE LA OTAN
Mueren dos soldados españoles tras estallar una mina al paso de su vehículo en Afganistán
24.09.07 - 08:40 -
AGENCIAS/ REDACCIÓN |
HERAT/MADRID

El Correo


*El blindado, que encabezaba un convoy de cinco vehículos, ha activado el explosivo con una de sus ruedas traseras

*Los fallecidos son el español Germán Pérez Burgos y el ecuatoriano Stanley Vera Vera

*Otros seis militares han resultado heridos, tres de gravedad

Alonso insiste en que los vehículos BMR blindados estaban "muy bien equipados" y que "contaban con inhibidores"
Dos caballeros legionarios de la Brigada Paracaidista, el español Germán Pérez Burgos y el ecuatoriano Stanley Vera Vera, han muerto y otros seis han resultado heridos, tres de gravedad, en un ataque contra el vehículo BMR blindado que encabezaba un convoy del contingente español, con base en Herat, y que desempeña su misión en Afganistán.
El atentado también ha causado la muerte de un intérprete de nacionalidad iraní. Los heridos graves son Rubén López García, Julio Alonso Sanjuán y Óscar Bertoméu.

Los talibanes afganos han asumido la autoría del ataque perpetrado hacia las 09:00 horas de hoy (hora española) cerca de Shewan, al noroeste de Farah. Según el portavoz talibán, Zabiullah Mujahid, la ofensiva destinada a las tropas de la OTAN se habría saldado con cinco víctimas mortales y siete heridos, cifra no confirmada por el Ejercito español.
El ministro de Defensa ha explicado que el convoy constaba de cinco vehículos que regresaban a la base tras ser relevados por soldados italianos. El blindado ha activado con una de sus ruedas traseras una mina de presión enterrada en la carretera. Durante su comparecencia ante los medios, Alonso ha insistido en que los coches estaban "muy bien equipados" y que "contaban con inhibidores", una tecnología que en este caso no ha servido para evitar la explosión.

Vehículos bien equipados

La misión en la que participaban los soldados fallecidos tiene el objetivo de dejar libre de insurgentes una ruta de paso por el interior del país, objetivo que el contingente español comparte con el resto de tropas de la OTAN presentes en el país.
Alonso ha anunciado que esta misma tarde partirá hacia Afganistán un avión Hércules con asistencia sanitaria que se encargará también de la repatriación de los dos cadáveres y de los heridos españoles.

Alonso mantiene la comparecencia de mañana

Precisamente, Alonso tiene previsto comparecer mañana ante la comisión correspondiente del Congreso con el fin de pedir autorización para el envío de 52 militares más a Afganistán para entrenar y formar a dos batallones del Ejército afgano como ampliación de la misión en curso.

El ministro ha reafirmado la disposición española para equipar y financiar estos batallones afganos en la cumbre de la OTAN celebrada en Sevilla el pasado mes de febrero. Este plan de formación que incluye el entrenamiento de más de mil soldados.

85 muertos

El vehículo atacado formaba parte del mismo convoy militar español que el pasado 13 de septiembre fue asaltados por insurgentes en un cuartel del Ejército afgano, desencadenando una operación de rescate con fuerzas de la ISAF italianas, vehículos aéreos no tripulados y helicópteros de combate Mangusta A129.

La provincia en la que se ha producido la deflagración, cuya seguridad recae en un contingente del Ejército estadounidense encargado del Equipo de Reconstrucción Provincial, es fronteriza con la zona sur y es la que mayor número de ataques de insurgentes ha registrado.

Con estas dos muertes se eleva a 85 el número de militares españoles fallecidos en las misiones de España en el exterior. Las otras dos víctimas mortales por acciones de guerra en Afganistán son la soldado Idoia Rodríguez Buján el pasado 21 de febrero -la primera mujer militar española muerta en una misión en el extranjero-, y el soldado paracaidista Jorge Arnaldo Hernández -la primera víctima del Ejército español por un ataque hostil-, de origen peruano, que murió al ser alcanzado su BMR por la explosión de una mina anticarro el 8 de julio de 2006.

España mantiene en Afganistán un contingente de 690 militares en el marco de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF). El grueso de las tropas se concentra en la Base de Apoyo Avanzado de Herat y al frente del Equipo de Reconstrucción Provincial de Badghis, con sede en Qala-I-Now. Al estar al mando de la Base de Apoyo Avanzado de Herat, el destacamento español aporta una compañía reforzada a la Fuerza de Reacción Rápida (QRF), encargada de apoyar en tareas de seguridad a las cuatro provincias de la zona oeste (Ghowr, Badghis, Herat y Farah). El contingente español se completa con oficiales destinados en los Mandos Regional y Central de la ISAF y con un destacamento aéreo emplazado en la base de Manás (Kirguistán).

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20070924/mundo/autoridades-italianas-anuncian-liberacion-200709240835.html



VIAJABAN EN UN BLINDADO BMR
Dos soldados españoles muertos y tres heridos graves en un ataque en Afganistán

* Un artefacto, posiblemente una mina, estalló al paso del primer vehículo de una columna
* La explosión provocó también la muerte de un intérprete de nacionalidad afgana
* El ataque se perpetró a las 08.55 cerca de Shewan, en la provincia de Farah
* El ministro de Defensa ha comparecido en rueda de prensa para informar del ataque


ELMUNDO.ES


MADRID.- Dos soldados españoles de la Brigada Paracaidista han fallecido y otros tres han resultado heridos de gravedad en un ataque contra las tropas españolas que desempeñan su misión en Afganistán, según el Ministerio de Defensa.

Los soldados viajaban en un vehículo blindado que formaba parte de una patrulla, informó el ministro de Defensa, José Antonio Alonso. Un artefacto explosivo, posiblemente una mina anticarros, fue activado por la presión que ejerció la rueda trasera derecha del vehículo que encabezaba la columna española compuesta por otros cuatro vehículos.

El ataque, que también provocó la muerte de un intérprete de nacionalidad afgana que viajaba con los militares españoles, se perpetró a las 08.55 horas del lunes (hora española) cerca de Shewan, al noroeste de la provincia de Farah. El vehículo atacado pertenecía al contingente español que tiene su base en la provincia de Herat.

Los soldados fallecidos son los caballeros legionarios Germán Pérez Burgos, de 33 años, casado y natural de Alanje (Badajoz), y Stanley Mera Vera, de 20 años, soltero y nacido en Guayaquil (Ecuador). El intérprete de nacionalidad afgana que les acompañaba se llamaba Rohulah Mosavi. Sus cuerpos han sido trasladados ya a la base de Herat.

Los heridos graves son Rubén López García, de 19 años y natural también de Alanje (Badajoz); Julio Alonso Sanjuan, de 20 años y natural de Valladolid; y Óscar Bertomeo Fernández, de 21 años y natural de Móstoles. Los tres han sido trasladados a un hospital en Farah.

La explosión provocó heridas leves a otros tres soldados: Carlos Soto García, de 25 años y natural de Casas Ibáñez (Albacete); Carlos Arbelaez Henao, de 26 años y nacido en Colombia; y David Ospina Montaño, de 19 años y natural de Medellín (Colombia). Los tres se encuentran en Herat.

Los talibanes afganos asumieron la autoría del ataque, aunque elevaron a cinco el número total de las víctimas mortales en el atentado. "Nuestros muyahidines hicieron estallar dos vehículos de soldados de la OTAN esta mañana en (el distrito de) Shewan en Farah, mataron a cinco e hirieron a otros siete", aseguró a EFE el portavoz talibán Zabiullah Mujahid.

El ataque contra las tropas españolas se produce dos días después de que dos soldados italianos fuesen secuestrados en la provincia de Herat. Los soldados fueron liberados el lunes por la mañana tras una operación desarrollada por fuerzas de la OTAN.

El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, compareció en rueda de prensa en la sede del departamento para informar sobre lo sucedido. Explicó que, en el momento del ataque, los soldados españoles se encargaban de suministrar seguridad a una ruta de comunicación terrestre. "Su misión es mantener abierta y segura la citada ruta", dijo Alonso, quien afirmó que esta tarde saldrá un avión desde la base área de Torrejón de Ardoz para recoger y trasladar a España a los soldados muertos y a los heridos.

El titular de Defensa confirmó que el vehículo atacado estaba dotado de inhibidor de frecuencia y defendió la idoneidad de los BMR para esta misión. En ese sentido, aseguró que los Blindados Medios de Ruedas son adecuados para esta operación, se encuentran entre los mejores vehículos desplegados en ese teatro de operaciones y son "mejores que la mayoría".

España participa con hasta 690 militares en la misión humanitaria de la ONU en Afganistán, que está amparada por varias resoluciones del Consejo de Seguridad. "Mantenemos nuestro compromiso con la misión avalada por la ONU", recordó Alonso.

El pasado día 13 al menos cuatro militares españoles resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, al volcar lateralmente la ambulancia BMR en la que viajaban en las inmediaciones de la base española de Qala i Naw.

La última baja que registraron las tropas españolas en Afganistán fue la del sargento de Infantería Juan Antonio Abril Sánchez, que falleció en mayo al volcar su vehículo blindado. Esta muerte elevó a 129 el número de bajas de las Fuerzas Armadas españolas en operaciones en el exterior y a 83 los muertos españoles destinados en Afganistán.

El pasado 10 de agosto, una patrulla del Ejército Nacional Afgano, que iba acompañada por 27 militares españoles, sufrió un ataque con armas ligeras y granadas en la ruta que une las localidades de Bala Murghab y Ghormach, al noroeste del país.

En el mes de julio, un grupo de desconocidos atacó a una patrulla española en las proximidades de Darreh-ye-Bun, a unos 40 kilómetros al noreste de la base española en Afganistán, mientras realizaban labores de apoyo a policías y militares locales. No hubo víctimas. Días antes había sido atacada otra patrulla española en la zona.
Alonso pedirá autorización para enviar 52 instructores a Afganistán

El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, mantiene su comparecencia del martes en el Congreso para pedir autorización a la Cámara para el envío de 52 militares a Afganistán cuya misión consistirá en entrenar y formar a dos batallones del Ejército afgano. "Voy a comparecer entre otras cosas porque esta comparecencia no se puede dilatar más", aseguró Alonso.

Su comparecencia ante la Comisión de Defensa estaba pendiente desde el pasado mes de junio, cuando se tuvo que aplazar tras otro ataque contra fuerzas españolas, en aquel caso en el Líbano, donde perecieron seis militares españoles.


http://elmundo.es/elmundo/2007/09/24/espana/1190623977.html



Dos soldados del contigente español en Afganistán mueren al pisar su blindado una mina
Los fallecidos son Germán Pérez Burgos natural de Badajoz, y Stanley Mera Vera , natural de Ecuador.- También resultaron heridos graves Rubén López García, Julio Alonso Sanjuán y Oscar Bertoméu.

ELPAIS.com / AGENCIAS - Madrid - 24/09/2007



Dos soldados del ejército español han fallecido hoy y otros tres han resultado heridos de gravedad en un ataque contra las tropas españolas que desempeñan su misión en Afganistán, según el Ministerio de Defensa. En el ataque también ha fallecido un intérprete afgano que acompañaba a la patrulla.

Los tres fallecidos son Germán Pérez Burgos, de Badajoz, Stanley Mera Vera, natural de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil y un intérprete afgano. Los heridos graves son Rubén López García, Julio Alonso Sanjuán y Oscar Bertoméu. En el ataque también resultaron heridos leves otros tres soldados.Tanto los fallecidos como los 6 heridos son miembros de la Brigada Paracaidista (BRIPAC).

En comparecencia ante los medios de comunicación, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, ha confirmado que un artefacto explosivo estalló por presión al paso de la rueda trasera derecha del BMR, que iba dotado de un inhibidor de frecuencias.

El ministro de Defensa ha anunciado que esta tarde va a salir con destino a Afganistán un Boing 707 para trasladar a España a los cadávares y a los heridos.

La explosión se produjo a las las 09:00 horas de hoy (hora española) cerca de Shewan, al noroeste de Farah, en la provincia de Herat, cuando el convoy de cinco vehículos, pertenecientes a la Fuerza de Reacción Rápida española de la base de Herat, volvían a la base después de revisar la carreta 517 de Afganistán, para liberarla de la "presión" de los talibanes.

Por su parte los talibanes han asumido la autoría del ataque a través de su portavoz, Zabiullah Mujahid, que ha elevado los fallecido a cinco: "Nuestros mujahidines hicieron estallar dos vehículos de soldados de la OTAN esta mañana en (el distrito de) Shewan en Farah, mataron a cinco e hirieron a otros siete", ha asegurado Mujahid. Este extremo no ha sido confirmado por el ministro Alonso durante la rueda de prensa.

Compromiso del Gobierno

En la comparecencia ante los medios, el ministro de Defensa ha confirmado que mañana comparecerá ante la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, para solicitar al Parlamento la autorización para el despliegue de 52 militares españoles, destinados a formar unidades del ejército afgano. El Gobierno tiene autorizado por el Parlmento un despliegue de hasta 690 efectivos dentro de la ISAF.

"Mantenemos nuestro compromiso de construir civil y militarmente el país y evitar que el terrorismo lo controle", ha declarado Alonso, recordando que las tropas están en una misión respaldada por la ONU y que cuentan con el apoyo del Parmento.

Alonso ha reconocido que Afganistán es "un país inseguro" marcado por el terrorismo talibán y el narcotráfico y ha recoradado que la ISAF ha sufrido un total de 412 víctimas mortales, cuatro de ellas españolas, y sólo este año se han registrado más de 200 muertes por artefactos explosivos improvisados, 45 en la zona oeste del país.

Las dos muertes de hoy eleva a 137 militares españoles muertos en misiones de Paz. La misión en Afganistán es la que más víctimas mortales ha ocasionado, con 85 soldados fallecidos, 62 de ellos en el accidente del Yak-42.

Año trágico

El año 2007 está siendo trágico para la participación española en misiones en el exterior, ya que han perdido la vida 13 militares de diferentes misiones, nueve de ellos por una acción hostil.Las dos últimas bajas de hoy han pasado a formar parte de esta trágica lista en la que los últimos hombres que aparecían eran los seis fallecidos en Líbano por un ataque terrorista en el transcurso de una patrulla el pasado mes de junio.Los otros cinco militares que este año han perdido la vida estaban realizando sus labores en distintas misiones en el exterior: tres en Kosovo y otros dos en Afganistán.De los tres militares que estaban en misión en Kosovo, dos fallecieron cuando estaban en otras ciudades disfrutando de permiso, Atenas y Skopje, y otro en el Valle de Osohane tras sufrir un accidente de tráfico y volcar su vehículo blindado BMR.


http://www.elpais.com/articulo/espana/soldados/contigente/espanol/Afganistan/mueren/pisar/blindado/mina/elpepuesp/20070924elpepunac_6/Tes

sábado, 22 de septiembre de 2007

La iniciativa de ETA

06.11.2006
FLORENCIO DOMÍNGUEZ/

El Correo


Pocos meses después de que se rompiera la anterior tregua, en el año 2000, la banda terrorista difundió un folleto titulado 'ETAren ekimena' (La iniciativa de ETA), en el que daba su versión del proceso que había llevado al cese de los atentados en 1998 y también del final de ese proceso, con la vuelta a las armas a finales de 1999. La banda, además de ofrecer su visión de parte, incluía en esa publicación los documentos relacionados con las negociaciones y pactos que había mantenido con el PNV y Eusko Alkartasuna, partidos que se vieron obligados a situarse a la defensiva buscando explicaciones no siempre convincentes sobre sus tratos secretos con el grupo terrorista.

Si ahora ETA volviera a editar un folleto similar sobre la tregua actual y sobre sus tratos secretos con el Gobierno socialista, cabe preguntarse si el Ejecutivo podría soportar sin ruborizarse que los ciudadanos leyeran el documento, como se ruborizaron hace seis años los nacionalistas.

No tendrían por qué salirle los colores al Ejecutivo si su comportamiento se hubiera ajustado estrictamente a los parámetros del acuerdo del Congreso de los Diputados de mayo de 2005 y todas sus aproximaciones a ETA y su entorno hubieran tenido como objetivo tratar de confirmar que la banda terrorista estaba dispuesta a abandonar las armas. En cambio, tendría una difícil explicación que se pudiera comprobar que los socialistas están ya en una negociación sobre contenidos políticos -sobre los contenidos de los que se habla a todas horas, como la autodeterminación o la cuestión de Navarra- con el PNV y Batasuna, bajo la sombra de la amenaza etarra.

Era vox pópuli que desde hace meses, desde julio, según se dice, existía un ultimátum de ETA, una amenaza de poner fin a la tregua si las cosas no iban como ellos querían, y ahora el último boletín interno de la banda ha hecho oficial esta amenaza. Y es también vox pópuli que se están desarrollando unas conversaciones secretas a tres bandas de naturaleza política con la esperanza de que los acuerdos que se alcancen calmen a la organización terrorista. Y esto último nada tiene que ver con el acuerdo del Congreso de los Diputados que autorizó el diálogo solamente en el supuesto de que ETA quisiera poner fin a la violencia.

Las explicaciones públicas que se están dando sobre el proceso de diálogo con ETA resultan insuficientes y contradictorias. Cuando sale el Zutabe de ETA se dice que hay que atender a los hechos y no a las palabras, pero ante los hechos incontestables de ETA, como en el robo de armas, la exhibición de encapuchados con fusiles, la extorsión o la violencia callejera, se opta por esperar a «verificar» cuáles son las intenciones de la banda.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20061106/articulos_opi_viz/iniciativa_20061106.html

¿Y si ETA no quiere el final?

04.10.2006
ROGELIO ALONSO /PROFESOR DE CIENCIA POLÍTICA UNIVERSIDAD REY JUAN CARLOS

El Correo


En septiembre de 2005, el entonces ministro de Interior, José Antonio Alonso, aseguró que para que la esperanza a la que constantemente aludía el presidente del Gobierno en relación con ETA se convirtiera en algo más, debía primero «vincularse con hechos precisos, no con hipótesis, ni con futuribles que, por esencia, debilitan la democracia y entorpecen la lucha contra el terrorismo». Tras agregar que esos hechos todavía no se daban, enfatizó que ETA continuaba siendo una «organización terrorista que sigue viva, activa y operativa y que tiene capacidad de atentar». Un año después, los hechos objetivos continúan demostrando la vigencia de semejante análisis. A pesar del incesante optimismo gubernamental, es sin embargo evidente que seis meses después de la declaración de alto el fuego de la banda las condiciones impuestas por el Congreso de los Diputados en mayo de 2005 para dialogar con ETA siguen sin cumplirse. Es indudable que ETA continúa sin demostrar «una clara voluntad para poner fin» a la violencia o «actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción» que permitieran «apoyar procesos de diálogo entre los poderes competentes del Estado y quienes decidan abandonar la violencia».

Tampoco existe ningún hecho objetivo que demuestre que la publicitada declaración de Anoeta de 2004 merecía las positivas valoraciones recibidas desde algunos ámbitos al presentarla como la confirmación de la apuesta por las vías pacíficas de una Batasuna teóricamente más autónoma de ETA. Por el contrario, a lo largo de los últimos seis meses la organización terrorista ha confirmado explícitamente en varias ocasiones que su alto el fuego es reversible, tal y como enfatizó en el comunicado del pasado agosto en el que amenazaba con «responder» a la «represión», y como ha vuelto a repetir hace unos días al subrayar su determinación de «seguir luchando firmemente, con las armas en la mano, hasta conseguir la independencia y el socialismo de Euskal Herria». En todo este tiempo, el papel de Batasuna ha sido el de siempre, esto es, el de una formación subordinada a la dirección del movimiento terrorista y, por tanto, parte integrante del mismo que respalda de manera incuestionable los dictados de ETA. Estas constataciones no son irrelevantes, pues tal y como se deduce del análisis del ex ministro de Interior reproducido más arriba, ponen de relieve que la actual política antiterrorista se ha apoyado en exceso sobre «hipótesis» y «futuribles que, por esencia debilitan la democracia y entorpecen la lucha contra el terrorismo».

Cierto es que el anunciado contacto entre ETA y representantes gubernamentales ha quedado pospuesto, si bien sólo después de que dicho diálogo fuera anunciado por el presidente del Gobierno como consecuencia de amenazas por parte de Batasuna, y a pesar del incumplimiento de los requisitos por él mismo impuestos, al no haber demostrado la banda su «clara voluntad de poner fin a la violencia», como exigía la resolución del Congreso. Fueron esas amenazas de Batasuna las que llevaron a los dirigentes del PSE a mantener un contacto en el que el brazo político de ETA buscaba una victoria propagandística obtenida mediante una fotografía que le proporcionaba una legitimidad que políticos de un partido democrático le ofrecieron a pesar de la ausencia de pruebas que evidenciasen su más mínimo distanciamiento de la violencia. Es decir, las 'hipótesis' y los 'futuribles'continuaban debilitando la democracia y entorpeciendo la lucha contra el terrorismo, realidad también ineludible a pesar de la defensa del encuentro realizada por el Gobierno y sobre cuyas negativas consecuencias alertó el respetado movimiento cívico ¿Basta Ya! al denunciar que «la celebración de esa reunión ya constituye un pago político a ETA porque reconoce a su brazo político como un partido tan legítimo como los verdaderos partidos democráticos que ellos han perseguido cruelmente todos estos años». Por ello ¿Basta Ya! previno que «aceptar una negociación política con ETA puede llevar a perder una oportunidad histórica para derrotar a la banda definitivamente».

Del mismo modo, y también a pesar de la propaganda gubernamental en su defensa, es evidente que debe calificarse como una preocupante y peligrosa concesión una mesa de partidos al margen de las instituciones como la que se pretende constituir. En este sentido, certero resultaba el análisis del filósofo Fernando Savater al advertir de que «la mesa de partidos, sobre la cual se hará política, pero fuera de las instituciones y bajo la cual estará agazapada ETA ( ) representa el más alto precio político que la democracia puede pagar al terrorismo» ('El País' 27-01-2006). Por mucho que se intente disfrazar semejante iniciativa como un pragmático instrumento que en nada daña los principios democráticos contribuyendo en cambio a facilitar una supuesta transición de Batasuna hacia la democracia, la realidad indica todo lo contrario, pues dicha mesa sirve para reforzar la narrativa que del conflicto reproducen ETA y su entorno, facilitando además la coacción de una organización terrorista que todavía sigue activa. Al aceptarse esa mesa extraparlamentaria, de nuevo los 'futuribles' y 'las hipótesis' son reivindicados como justificación para decisiones políticas que aparentemente deberían generar positivos resultados -la supuesta integración de los radicales- pero que, sin embargo, siguen sin «vincularse con hechos precisos» -la existencia de una verdadera voluntad de aceptar las reglas de la democracia-. En cambio es innegable que consolidaría un déficit democrático al aceptar que negociaciones políticas se realizaran sin la desaparición de una organización terrorista cuya mera declaración de cese de actividades violentas no constituye una prueba inequívoca de su voluntad de poner fin a su existencia, tal y como constantemente nos recuerda la propia banda. En consecuencia, el éxito de la coacción al conseguir ETA la formación de esta mesa, deslegitimando principios democráticos básicos, incentivaría la perpetuación de la amenaza durante la negociación.

Algo similar está ocurriendo con la ilegalización de Batasuna, al presentarse desde algunos ámbitos su vuelta a la legalidad como un mera cuestión de procedimiento que se solventaría con una simple redacción de nuevos estatutos. De esa manera se facilitaría que un partido político inextricablemente unido a ETA buscase una fórmula verbal que le permita volver a la legalidad a pesar de mantener el vínculo con la organización terrorista, burlando de ese modo la política antiterrorista que llevó a su ilegalización. Tal y como demostró el pacto legislativo suscrito en 1999 entre el PNV, EA y Euskal Herritarrok en el que el brazo político de ETA reiteraba su «apuesta inequívoca por las vías exclusivamente políticas y democráticas», los hechos y no las meras palabras deben constituir la verdadera medida de su actitud respecto al terrorismo. En aquel entonces las palabras contradecían claramente los hechos, como ahora sigue ocurriendo.

Uno de los más dañinos episodios que se ha derivado de esa tendencia a sostener la política antiterrorista en 'futuribles' e 'hipótesis' sin una sólida «vinculación con hechos precisos» ha sido la revelación de que personas relacionadas con la lucha contra el terrorismo han podido colaborar con ETA advirtiendo a presuntos terroristas de una operación policial. Este hecho sin precedentes conduce al desprestigio de excelentes profesionales de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que tantos sacrificios personales realizan en el desempeño de sus funciones y que tantos y tan decisivos éxitos han cosechado en la lucha contra ETA. Anteponer al juicio de los verdaderos profesionales de la seguridad un criterio político como el de «no dañar el proceso de paz», con el que se ha justificado tan gravísimo suceso, supone ignorar el cumplimiento de la ley aceptándose que determinados fines supuestamente loables exigen medios definitivamente ilegales. Semejante lógica sólo puede desacreditar al Estado y a sus instituciones a la vez que fortalece a los terroristas.

El análisis hasta aquí expuesto demuestra que una política antiterrorista basada en 'futuribles' e 'hipótesis', en la que los hechos objetivos son minusvalorados con el fin de moldear la verdadera realidad en torno a la organización terrorista, fomenta una estrategia repleta de trampas que, utilizando los términos del anterior Ministro de Interior, debilitan la democracia a la vez que entorpecen la lucha contra ETA. Por ello, frente a las constantes amenazas de la banda y de su entorno, razonable parecería una respuesta consistente en plantear a la organización terrorista el siguiente ultimátum: si ETA no demuestra de manera inequívoca esa clara voluntad de poner fin a la violencia que supuestamente existía y que habría llevado al presidente a dejar de consensuar la política antiterrorista con el principal partido de la oposición mediante un Pacto por las Libertades que no se ha reunido en dos años de legislatura, el Gobierno convocará dicho Pacto renunciando a una hipótesis, la voluntad de los terroristas de abandonar la violencia, que los hechos no han logrado demostrar. Puesto que el denominado 'proceso de paz' ha surgido al presentarse desde algunos sectores como una certeza que ETA deseaba poner fin a sus actividades, parece necesario demostrar de manera inequívoca si la premisa de partida es falsa o verdadera con objeto de frenar la división de los principales partidos democráticos en torno a la política antiterrorista.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20061004/articulos_opi_viz/quiere-final_20061004.html

Causas y futuro del terrorismo islamista

20.12.2006
JUANJO SÁNCHEZ ARRESEIGOR /HISTORIADOR Y ESPECIALISTA EN EL MUNDO ÁRABE

El Correo


Para el español corriente, la crisis estructural total que sufre el mundo islámico es un tema recurrente de los medios de comunicación, pero muy poco más. Incluso tras la matanza de Atocha, la gente tiende a creer que el tema no les concierne. ¿Terrorismo islámico? Hubo un tiempo en el que ETA asesinaba a alguien todas las semanas. Eso sí que era una amenaza terrorista. ¿Cuántos atentados islamistas han tenido lugar en España en los últimos dos años y medio? ¿No nos hemos ido ya de Irak? ¿Pues no me cuente cuentos de miedo, amigo! Así es como piensan muchos, pero esta actitud escapista es un error como lo demuestran los recientes arrestos en Ceuta. Ellos siempre encontrarán excusas para atacarnos: la presencia de tropas españolas en Líbano y Afganistán, el contencioso territorial de Ceuta y Melilla o cualquier cosa que se le ocurra hacer o decir a nuestro Gobierno y que a los fanáticos no les parezca bien. Estos serán los pretextos, pero bajo ellos se ocultan fuerzas mucho más profundas y poderosas.

El Islam atraviesa la peor crisis de toda su historia. Hace medio siglo, cuando los países islámicos recuperaban su independencia y reafirmaban el control sobre sus recursos naturales, no parecía haber motivo alguno para el pesimismo. Salvo en Arabia Saudí, el integrismo era un fenómeno minoritario o inexistente. Ahora, regímenes tiránicos, corruptos e incompetentes se superponen a una crisis económica estructural, crecimiento demográfico galopante, crisis ideológica y desintegración social.

La crisis económica es la consecuencia lógica de una verdad evidente que muchos tiranos se han negado a ver, desde el Despotismo Ilustrado del siglo XVIII hasta la gerontocracia china del XXI: Una economía avanzada requiere una estructura social avanzada, lo que resulta imposible en un sistema político regresivo, cerrado e incluso arcaizante. Países como España, Corea del Sur, Chile o Turquía han demostrado que una nación puede desarrollarse mucho bajo un gobierno autocrático, pero llega un momento en el que la propia dinámica desarrollista tiene unas consecuencias sociales y culturales que implican la transformación del sistema político hacia formas más liberales. Los gobiernos que se resisten con éxito a esta evolución sabotean el desarrollo económico nacional porque se ven obligados a centrar todas sus energías en una guerra preventiva permanente de baja intensidad contra su propia población civil. Así sucedió en el bloque comunista y así ha sucedido en muchos países islámicos.

La crisis económica es la gasolina, pero la chispa procede de la crisis cultural. La sociedad tradicional se desintegra y nadie sabe lo que va a surgir en su lugar. Si el Islam tiene el petróleo y Occidente, no ¿por qué el Islam es tan pobre y Occidente tan rico? Si Dios ama tanto a los musulmanes y odia a los 'infieles', ¿por qué estos últimos prosperan mientras que los primeros se hunden cada vez más? La cultura occidental, liberal y hedonista, es a la vez fascinante y revulsiva para unos hombres y mujeres que se han criado en un sistema social cerrado y represivo. Los occidentales no comprendemos el espantoso terror que les inspiramos a muchos musulmanes. Irak era uno de los países centrales del Islam, con petróleo, industria, agricultura, una población importante y un ejército fuerte, pero Estados Unidos lo conquistó en cuestión de semanas. ¿Terrorismo islámico? Es el Islam el que está indefenso como se ha demostrado en Irak, Palestina, Chechenia, Cachemira, etcétera. Así es como lo ven ellos y esa visión, no la nuestra, es la que guía sus reacciones.

La elite tradicional tiene otros agravios más insidiosos. El primero es la simple envidia. Hace doce siglos el califato islámico era la suprema superpotencia mundial. Ahora el Islam está luchando por su misma supervivencia. Para los integristas, rodearse del ensueño del pasado es una tentación muy fuerte porque el presente es demasiado amargo y el futuro les parece una siniestra pesadilla. Les envenenan la amargura, el rencor y el deseo de revancha. Por otra parte, Occidente, por el mero hecho de existir y ser próspero, es un contraejemplo que desmiente en su totalidad el orden tradicional, demostrando que otro mundo es posible. Por lo tanto Occidente debe ser destruido. Como esto no es factible en la práctica, es preciso por lo menos causarles todo el daño posible.

A largo plazo es posible ser optimistas. La crisis social y cultural ha creado una clase política autóctona venida a menos que busca la confrontación exterior para mantener el orden social tradicional en casa. La crisis económica les proporciona numerosos reclutas y gracias a esta coyuntura favorable pueden parecer temibles y poderosísimos durante algún tiempo, pero es un espejismo. Los integristas nunca pueden ser la solución pues en realidad son parte del problema. Pueden reclutar legiones de terroristas pero no pueden arreglar el desempleo o la crisis demográfica. Pueden volar en pedazos las fábricas de Occidente pero no crear industrias en casa. Lo más importante es que el integrismo es una herejía aberrante dentro del Islam y muchos de sus postulados son abiertamente anti islámicos pues sus objetivos no son religiosos, sino sociales y políticos.

Existen muchos países islámicos y todos van a ritmos distintos. Turquía y Malasia ya se han escapado de la trampa y otros les seguirán pronto. Ellos marcarán el camino para los demás y eso será el principio del fin para el integrismo. Este es el pronóstico a largo plazo, pero a corto plazo, sin tapujos, sin eufemismos, ¿cómo va a terminar esto? En fuego, obviamente.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20061220/articulos_opi_viz/causas-futuro-terrorismo-islamista_20061220.html

África existe

22.10.2006
JUAN BENGOECHEA JESÚS FERRERO/
OPINIÓN/África existe

El Correo


África ha sido el peor desastre económico de nuestra era. A mediados del siglo XIX, su PIB por habitante era un tercio del registrado en Occidente. Al iniciarse la centuria actual representaba sólo una quinceava parte. En el caso del área subsahariana es mucho más que un fracaso: es una tragedia. La mitad de su población vive en la extrema pobreza, un tercio sufre hambre y siete de cada cien adultos tienen sida. Lo peor de todo es que esa tragedia nos ha cogido por sorpresa. Durante la década que siguió a la independencia, la mayoría de los especialistas estaban convencidos de que el problema residía en Asia. Eran los tiempos en que Gunnar Myrdal -premio Nobel de Economía- publicó su celebrada obra sobre el drama asiático. Esto demuestra que para la historia no hay casos perdidos siempre que se sepa aprovechar las oportunidades. Y hoy las oportunidades para ese continente se llaman globalización y solidaridad, tal y como reconoció el pasado año en Escocia el G-8.

La ola de prosperidad de la economía mundial también ha llegado a África: su PIB ha crecido en torno al 4,5%. La bonanza ha estado liderada por los países exportadores de petróleo, aunque el comportamiento del resto ha sido mejor de lo esperado. En general, el aumento del precio de las materias primas le ha beneficiado, ya que es productora de muchas de ellas. Lo mismo puede decirse del incremento de la ayuda internacional, que le ha permitido liberar recursos para gastos sociales. Pero el factor clave ha sido la relativa estabilidad política vivida en los últimos años. Los conflictos violentos han disminuido y se observan progresos en el respeto a los derechos humanos. Aún así, a juzgar por las tensiones surgidas en períodos electorales, es mucho lo que falta por hacer para asentar la democracia. Donde apenas ha habido avances es en la lucha contra la corrupción: el continente tiene el dudoso honor de encabezar el ranking mundial en ese nocivo hábito.

La globalización, aunque necesaria, no es suficiente para reducir la pobreza de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Para lograrlo, el crecimiento económico debería ser casi el doble del registrado en los últimos años. Pero esa tasa resulta inalcanzable porque África es demasiado pobre; se halla atrapada en una trampa que le impide generar el ahorro requerido para el desarrollo de su capital tecnológico y humano. Una de las causas de esa 'trampa de pobreza' es la geografía, ya que la practica totalidad del continente es tropical. Desgraciadamente, crecimiento y trópico son un poco como agua y aceite, debido a que la productividad agrícola es baja y a que los habitantes sufren terribles pandemias. A esta inhóspita geografía se añade una herencia colonial que ha dejado África dividida en estados artificiales, pequeños y mal comunicados; incapaces de crear mercados con suficiente masa crítica para resultar atractivos a los inversores.

Por si todo esto no fuera suficiente, ese continente se enfrenta al mayor boom demográfico del mundo. Las previsiones de la ONU es que en 2050 su población sea más del doble de la actual. Esta explosión demográfica representa una carga insostenible para unos presupuestos paupérrimos, lo que convierte a África en la región con menor tasa de escolarización infantil. Para aligerar esa carga, los gobiernos fomentan la emigración, que además les proporciona remesas para financiar el déficit exterior. El destino natural de estos emigrantes es Europa, dada su proximidad geográfica y los vínculos culturales heredados de la etapa colonial. A esto se unen el abultado diferencial de rentas y el 'efecto llamada' de los ya instalados. Todo ello deja entrever que la corriente migratoria desde el otro lado del Estrecho no ha hecho más que empezar, lo cual debería hacernos reflexionar sobre la necesidad de adoptar con urgencia una política común de inmigración en la UE.

Para liberarse de esa 'trampa de pobreza' el continente africano necesita solidaridad, y, por razones obvias, Europa tendría que ser la más interesada en prestársela. África ha sido la principal beneficiaria de las diversas iniciativas internacionales de condonación de deuda, la última de las cuales fue aprobada en marzo. Pero esas iniciativas tienen un carácter puntual y lo que se requiere, tal y como nos ha recordado recientemente la ONU o el propio Tony Blair, es un «gran empujón» que acabe con el círculo vicioso de la pobreza. Su materialización práctica consistiría en doblar la ayuda a África durante los próximos cinco años para que pueda cumplir los Objetivos del Milenio. Es una meta realista, compatible con el Consenso de Monterrey, en el que los países ricos se comprometieron dedicar al desarrollo el 0,7% de su PIB. Cuatro años después sólo cinco hacen honor a esa promesa: Dinamarca, Finlandia, Luxemburgo, Noruega y Suecia.

La ayuda tiene que venir acompañada de reformas para hacerla más efectiva. Los organismos internacionales insisten en la necesidad de mejorar la calidad de la gobernanza, a fin de desterrar la corrupción de la cultura política. Asimismo subrayan las ventajas de la cooperación y de la integración regional para hacer frente a los déficit en materia de infraestructuras. La experiencia demuestra, en cualquier caso, que los africanos necesitan creer en esas reformas. Y aquí reside lo que para algunos constituye el nudo gordiano del problema: la falta de fe de los dirigentes en sus capacidades y en el futuro de sus países. No deja de resultar una trágica ironía que todos los años miles de universitarios emigren hacia Europa o Estados Unidos en busca de trabajo. Lo mismo cabe decir de la fuga de capitales que, según algunos estudios, ha convertido al continente en un acreedor neto frente al resto del mundo. En definitiva, África también necesita aprender a ayudarse a sí misma.


http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20061022/economia_viz/opinion-africa-existe_20061022.html

Inventar otro socialismo

04.12.2006
M. M. CASCANTE/CARACAS

El Correo


Hugo Chávez aspira a gobernar hasta el año 2021, como poco, y profundizar en su proyecto de «socialismo del siglo XXI». Para cumplir sus objetivos, su primera medida a promover -si supera la prueba electoral- sería una reforma constitucional que le permitiera la reelección indefinida. Si la oposición acepta los resultados de ayer -y Chávez resultaba confirmado en la presidencia-, el mandatario emprendería el proceso a través de la Asamblea Legislativa, copada por los diputados del Movimiento V República. Pero, si sus adversarios no reconocieran su eventual derrota, «el mismo lunes (por hoy) convocaré a un referéndum para el próximo febrero».

Chávez negaba en las horas previas a los comicios que se plantee implantar en Venezuela el modelo cubano. «Fidel es su viagra», comentaba un diplomático. En una reciente entrevista, el caudillo bolivariano explicó que «cada país debe tener su modelo, y nosotros debemos buscar el nuestro. El de Cuba lo admiro y lo respeto, pero no es válido para Venezuela. Aquí se respeta la propiedad privada. Invito a que discutamos un socialismo nuestro y lo inventemos».

Sobre la marcha

Y así lleva ocho años, inventando sobre la marcha, aferrado a su pragmatismo y a su ambición de poder. Lo demás es una empanada ideológica que toma prestadas ideas cristianas, socialistas y lo que convenga en cada momento. Y una verborrea desatada con la que encandila a sus partidarios y desespera a sus detractores. Sus constantes e interminables apariciones en la pequeña pantalla dan para todo: repasar la historia del país, abroncar públicamente a un funcionario, contar batallitas de la infancia, comentar un partido de béisbol o cantar unas coplas.

Un observador privilegiado de la realidad venezolana sostiene que en el catecismo chavista sólo hay dos ideas claras: el «antiimperialismo» (contra EE UU) y la unidad de los países sudamericanos. Todo lo demás se improvisa.

De hecho, la manera de liderar su régimen cívico-militar es típicamente castrense. Su mentor y ministro del Interior hasta 2002, Luis Miquilena, dice que «su estilo de gobernar era casi adolescente. Llamaba a los ministros pasadas las 12 de la noche para contarles una idea brillante que se le acababa de ocurrir, daba instrucciones para todos lados, todos le decían que sí y nadie jamás seguía sus órdenes».


http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20061204/internacional/inventar-otro-socialismo_20061204.html

La utopía ha muerto, comandante

25.10.2006
IMANOL VILLA/

El Correo


Hubo un tiempo en el que se amó al comandante. Fue bandera y meta de la intelectualidad rebelde de Occidente. Cuba era el ejemplo de una revolución valiente y decidida encabezada por un puñado de soñadores que, desde Sierra Maestra, quisieron salvar el alma de un país prostituido hasta las entrañas. Por entonces, una buena parte del mundo tenía fe en las utopías y se creía que era posible cambiar el sistema. Incluso los había que, entre el humo del tabaco y tocados por el alcohol, confesaban que los soviéticos podían reformarse. Y es que, durante aquel tiempo, la palabra socialismo y su resultante máxima, el comunismo, eran opciones contra la desigualdad, la pobreza y un mercado empeñado en demostrar que la vida era una carrera en la que sólo unos pocos podían terminar con la certeza de haber conseguido la autorrealización máxima. Marx, Engels, Lenin y toda su banda afirmaban, en cambio, que todos tenían derecho a llegar hasta el final. Tampoco importaba entonces la mucha, poca o ninguna libertad de opinión allí donde decían se había producido la revolución. ¿Acaso el pluralismo daba de comer a los pobres?

Por todo ello subió Fidel Castro a los altares. Encima, a su favor contaba con el orgullo de haber plantado cara al 'amigo americano'. Los derrotó en Playa Girón. ¿Qué proeza aquella! Sin embargo, al mundo se le hizo vieja la memoria y su capacidad para engendrar ilusión se vio tocada cuando, desde el Este, se certificó el fracaso del nuevo mundo. En ese momento, hundido el Imperio, la intelectualidad de Occidente, crecida y bien asentada en la franja media de la sociedad, se reconvirtió a la tolerancia oficial, al pluralismo y a la democracia al uso. De poco valían las ideas si éstas no admitían las discrepancias. Y así, ante el desastre, surgió la política de lo correcto. La conclusión fue que el comandante dejó de ser amado y su papel de revolucionario se transmutó en el de un dictador sanguinario al que, de forma brusca o mediante el consejo paciente e incisivo, había que desbancar para, de nuevo, liberar Cuba, la gran jinetera de Occidente. Al mismo tiempo, caído en desgracia el comandante e, incluso, descubiertas las tropelías de ese otro mito llamado Che, los pobres del mundo se quedaron huérfanos. Tan sólo les restaba contar con la valentía y la entereza de las ONG.

Y así, Fidel Castro se ha hecho viejo. Incluso ya hay quien afirma que se muere. Por eso todo parece estar listo para el cambio y la deseada transición al ritmo de los éxitos de Gloria Estefan. No obstante, y aun a riesgo de ser sometido al escarnio público -cosa que haría desvanecerse los restos de reputación que aún me quedan, además de confirmarme como un demagogo anticuado-, no deseo la demonización del comandante porque eso sería como condenar de nuevo la utopía. Por supuesto que no niego su condición de dictador. Lo es. Ni siquiera cierro los ojos ante sus más que posibles tropelías contra los que nunca pensaron como él. Lo siento y me escandalizo por ello. Pero aún así, y sin apoyarme en los doctos y éticos argumentos que han tenido a bien enseñarme y a los cuales me aferro en otras ocasiones, éste es el caso en el que no me viene en gana matar al comandante blandiendo la historia. Y pienso, sinceramente, que a buena parte de los desheredados del mundo tampoco.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20061025/articulos_opi_viz/utopia-muerto-comandante_20061025.html

Maquiavelo en Cataluña

07.11.2006
ANTONIO ELORZA/CATEDRÁTICO DE PENSAMIENTO POLÍTICO DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE

El Correo


En las peticiones del fiscal contra los procesados por el atentado del 11-M es aceptada la tesis de que el detonador del mismo fue la política seguida por el Gobierno Aznar en la guerra de Irak. Es muy posible que la llamada que efectuó Bin Laden cinco meses antes desempeñara un papel decisivo en la puesta en marcha del atentado, pero al mismo tiempo no cabe olvidar que el mismo era presentado por esa vía como una acción de justicia, y no como una barbarie gratuita, y en tal sentido lo utilizaron los acusados en el curso de sus declaraciones. Dicho de otro modo, la vinculación con Irak constituía un enlace con las posiciones mayoritarias de la opinión pública española en contra de dicha guerra.

En un orden de cosas muy diferente, la actitud implícitamente adoptada por el presidente Zapatero respecto de la formación del Gobierno catalán responde a una estrategia análoga. No puede aparecer como responsable de una coalición que arroja a CiU a las tinieblas exteriores, ya que entonces eliminaría de un plumazo la posibilidad de que los conservadores catalanes le apoyasen en el Parlamento de Madrid, y por consiguiente tiene que filtrar a los medios de comunicación una impresión de disgusto, que además sería compartida por la mayoría de los afiliados al PSOE. Ahora bien, el líder socialista es respetuoso en Madrid, nuevo mensaje a través de los medios, de aquello que el PSC decide en Barcelona, (aun cuando la defenestración de Maragall vendría a probar lo contrario). Por ello se ve en la obligación de aceptar la acelerada actuación de José Montilla para rehacer el tripartito, en contra de su preferencia por la famosa alianza 'sociovergente' que convertiría en gestión para los próximos años la fórmula que a fin de cuentas hizo viable el Estatut. Sólo falta apelar a la comprensión de Artur Mas para que el coste de la operación sea mínimo. Si Carod vuelve a primera línea de la política catalana, Zapatero se lava las manos. A los ojos de su electorado, Cataluña tendrá ante todo 'un Gobierno de progreso'.

El argumento está bien construido y no ofrece demasiados puntos débiles de cara a eventuales críticas. En todo caso, sería significativa la no-convocatoria del Consejo Federal del PSOE después de las elecciones, pues en su seno hubieran aflorado sin duda críticas y demandas que harían difícil el otorgamiento del cheque en blanco a Montilla. La justificación resulta también inmediata: no había que interferir en el proceso de decisión de los compañeros catalanes.

El camino que lleva a la duda tiene su origen sobre todo en los tiempos, en ese escasísimo plazo que ha transcurrido entre la celebración de las elecciones y la formación del tripartito. No ha sido necesaria, o Zapatero ha juzgado innecesaria, toda reflexión sobre las causas del descalabro sufrido por su partido y sobre los posibles costes que en todos los órdenes, desde las expectativas electorales del futuro a los de la implementación del nuevo Estatuto, pueden derivarse de una presencia privilegiada de Esquerra. Algo difícilmente explicable en alguien tan apegado a aplicar la relación capital-producto a las decisiones políticas. En suma, nuestra interpretación del episodio a la vista de las prisas y del resultado es que su desenlace estaba fijado de antemano, siempre que los números, como ha ocurrido, hicieran posible un Gobierno Montilla con apoyo de ERC e IC.

La explicación tiene dos vertientes. Una es la escasa consideración que Zapatero presta a las consecuencias a medio y a largo plazo para las decisiones políticas. Del mismo modo que en la gestación del Estatut le preocupó únicamente dar con fórmulas legales que llevaran a su aprobación sin una inconstitucionalidad manifiesta, desentendiéndose de cual podía ser el precio a pagar por la acumulación de problemas para el funcionamiento del Estado español y para el respeto de los derechos individuales y del principio de solidaridad, ahora deja de lado la presión que esté en condiciones de ejercer Esquerra, un partido que, recordémoslo, no votó el Estatut al no responder a sus aspiraciones, durante el proceso de puesta en marcha de las nuevas relaciones institucionales. Prever para Zapatero, sin duda, no es de sabios. Y por lo mismo descuida el pequeño detalle de que en el nuevo Gobierno catalán las relaciones de poder van a ser mucho más desfavorables para los socialistas que antes del 1 de noviembre. El gris Montilla no es Maragall, a pesar de los defectos de éste, y de las elecciones ERC sale consolidada, resurge con todos los honores Carod y el PSC se convierte en un partido que gracias a los demás conserva la jefatura de Gobierno a pesar de su derrota. Tal vez IU, satisfecha con el curso de las cosas, colaborará, pero Esquerra tiene ante sí la obligación de mostrar ante la sociedad catalana que sólo con su presencia en el Gobierno se ha podido lograr la superación de los obstáculos hasta hoy pendientes en el Estatut, desde el tema del Prat a las selecciones deportivas. Tendremos, pues, una acción constante de Carod cuya meta será desarrollar a la máxima las previsiones estatutarias, con una dimensión finalista explícita que consiste en ir más allá de la autonomía. Con todos sus problemas de imagen, no es imaginable que Montilla pueda imponer fácilmente su liderazgo y su autonomismo.

La segunda explicación remite a la preferencia manifestada una y otra vez por Zapatero por el poder en sí mismo. Hasta ahora va teniendo suerte, a pesar de los errores acumulados. Entre los más recientes, el respaldo buscado en Europa, obtenido mediante una victoria pírrica, y la derrota convertida en victoria de las elecciones en Cataluña. El contenido es lo de menos, los costes del futuro no importan, interesa sólo mantener la posición de gobierno. Desde este punto de vista, Zapatero era el primer partidario de un Gobierno Montilla. La sustitución del político andaluz por Mas, a pesar de las garantías que ofreciera para un desarrollo armónico del Estatuto, iba en contra de la imagen de ganador que Zapatero busca en todo momento, y aquí sí de forma implacable contra sus oponentes. Véase el ejemplo del trato dado en todos los medios de influencia gubernamental a esa iniciativa inequívocamente democrática pero molesta para el Gobierno que es Ciutadans de Catalunya, primero ignorados y luego literalmente machacados por sus supuestos servicios prestados a la ultraderecha en nombre de un 'nacionalismo cutre español', tal y como ha podido leerse en artículo de una pluma otras veces respetable.

¿Enseñanzas para Euskadi? Nada nuevo. En todo caso, la desconfianza encuentra nuevas razones para poner en duda las declaraciones juradas de un principio en el sentido de que la paz no tendría precio político y de que la Constitución sería en todo caso respetada (tema el segundo últimamente olvidado). ETA puede robar armas, amenazar, mantener intactos los objetivos de autodeterminación y territorialidad que comparte con Batasuna, el Gobierno sigue confiado en que todo tendrá 'happy end'. A estas alturas de la historia, confiemos en la fortuna de ZP antes que en su capacidad de elección racional.


http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20061107/articulos_opi_viz/maquiavelo-cataluna_20061107.html