lunes, 29 de marzo de 2010

Revolucionarismo patriótico

29.03.10

ÍÑIGO BULLAIN | PROFESOR DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y EUROPEO DE LA UPV-EHU

El Correo




Planteaba el profesor Jesús Casquete en un artículo titulado '¿Izquierda abertzale o nacionalismo radical?' (EL CORREO, 23-3-10) sus dudas sobre el caracter de izquierda del MLNV. Voy a tratar de ofrecer algunos datos que, a mi juicio, evidencian esa auto-consideración sin entrar en disquisiciones ontológicas sobre qué es o puede 'realmente' ser izquierda. A mi juicio, la cuestión relevante a destacar es que, por el contrario, el perfil sociocomunista del Movimiento ha sido habitualmente ignorado o relegado a un segundo plano. Sin embargo, ese perfil es un aspecto clave para interpretar correctamente la ideología, estrategia y organización del MLNV.

Evidentemente, el carácter del socialismo que el MLNV reclama no está inspirado en la socialdemocracia sueca sino que, como pone de manifiesto su actuación política ligada a la violencia, se trata más bien de una suerte de socialismo revolucionario de vocación totalitaria. Dicho caracter revolucionarista se expresaba ya con claridad a través del partido HASI, acrónimo en euskara de Partido Socialista Revolucionario del Pueblo, en el que, tras el 'desdoblamiento', se integró la militancia para combatir la 'reforma' y que concurrió a las primeras elecciones municipales de 1979 dentro de la formación Herri Batasuna (Unidad Popular). También la última formación con la que la izquierda abertzale obtuvo representación en el Parlamento vasco -EHAK- treinta años después expresaba una simbología bastante evidente: Partido Comunista de las Tierras Vascas. No termina de advertirse que para el movimiento de liberación nacional vasco el caracter revolucionarista de su patriotismo se traduce en un radicalismo nacional, es decir, la independencia de una Euskal Herria socialista conllevaría la ruptura tanto con el Estado nacional español (o francés) como en relación con el ámbito sistémico (capitalismo parlamentario).

De ahí que ideológicamente la izquierda abertzale interprete que 'para ser patriota hay que ser de izquierda y que para ser de izquierda hay que ser patriota'. Esta doble consideración tampoco es novedosa, ya sentó doctrina en ETA desde mediados de los años sesenta, y ETA (m), embrión del MLNV, ha tenido en dicha combinación su fundamento ideológico. De hecho, hace sólo unos días, ETA abría su comunicado como «organización vasca socialista revolucionaria de liberación nacional».

También en su discurso ideológico expresado a través de sus múltiples organizaciones se advierte el empleo sistemático de unas claves antisistémicas que incorporan constantes denuncias del modelo liberal, no con intenciones reformistas, sino con vocación de ruptura y transformación radical de las estructuras productivas o sociales. La literatura y grafía 'revolucionaria' que el aparato de propaganda del MLNV ha generado o incorporado durante decenios para la formación de su militancia, en especial de la juventud, es inmensa y ha empapado su discurso. No hace falta sino consultar sus documentos políticos o acudir a las hemerotecas y revisar el contenido de 'Egin' o de 'Egunkaria', y actualmente ojear las páginas de 'Gara' o 'Berria', para ver reflejado diariamente ese discurso antisistémico. No son precisamente autores como Sabino Arana o José Antonio Aguirre aquéllos cuyos textos han venido alimentando a la ingeniería y militancia radical, sino otros como Badiou o Petras, Chomsky o Foucault quienes han inspirado las claves anticapitalistas, antiimperialistas, antiparlamentaristas, antipatriarcales, antioccidentalistas... de las que se nutre ideológicamente.

Pero, además de la ideología, la estrategia político-militar del MLNV es deudora de la aportación del marxismo revolucionario al patriotismo. La configuración del movimiento agrupando un frente armado, de masas e institucional no es tampoco original, sino una copia de la estrategia maoísta que, dado su éxito, se extendió posteriormente a otros lugares del planeta. Argelia, Vietnam, Cuba, El Salvador o Nicaragua han sido referencias más próximas para el imaginario 'mlnvista' que los prototipos nacionalistas de las repúblicas bálticas. Contemporáneamente, tampoco son Suiza o Finlandia las referencias, sino las que se reivindican por el socialismo del siglo XXI en Venezuela o Bolivia.

Aunque la discreción revolucionaria y la eficacia política de 'acumulación de fuerzas' pasan por situar en primer plano el carácter nacional del movimiento e iluminar ese perfil, la voluntad por ensombrecer los rasgos revolucionaristas se comparte con otras fuerzas políticas empeñadas en limitar la naturaleza del MLNV a un carácter de nacionalismo radical. Esto les ha servido a algunos para desprestigiar al nacionalismo vasco, pero también ha sido utilizado por éste para aprovecharse de la persecución de la izquierda revolucionaria sobre el 'constitucionalismo': mientras unos sacudían el árbol, otros recogían las nueces.

No advertir que es precisamente ese doble carácter de su naturaleza el que ha convertido al revolucionarismo patriótico en un cóctel tan potente conduce a errar y no distinguir entre un conflicto entre identidades nacionales y la apuesta revolucionaria de una ideología antisistémica que se aprovecha de aquél. Como la dialéctica desarrollada durante décadas por el MLNV para 'sustituir la realidad renombrándola' ha contado con la complicidad de unos y la ignorancia de otros, el asunto se ha ido prolongando indefinidamente hasta alcanzar aspectos caricaturescos: según unos, 'todo es ETA'; para otros 'no hay relación alguna entre civiles y militares'. Ambas posiciones no entienden que ETA forma parte del MLNV, pero que no todo es terrorismo aunque todo haya formado parte de un complejo político-militar.


http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20100329/opinion/revolucionarismo-patriotico-20100329.html

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