jueves, 24 de junio de 2010

Maketa, joan zaitez etxera!! Lo peor del nacionalismo vasco

24.06.10

ROBERTO LERTXUNDI | SENADOR POR EL PARLAMENTO VASCO (PSE-EE)

El Correo



En la fiesta de Ibilaldia 2010 (Bermeo, domingo 30 de mayo), la prensa local destacó, entre otras cosas, el incidente protagonizado por un numeroso grupo de participantes (varios centenares según los diversos medios consultados) que increparon a la consejera de Educación del Gobierno vasco, señora Isabel Celaá, al grito de «Maketa joan zaitez etxera!», «¡Maketa, vete a casa!»), cuando ella intervenía, en euskera, ante el público concentrado, en el ejercicio de su responsabilidad política. Todo ello, en medio de un ambiente de jolgorio y gestos inequívocos de desprecio.

La mala educación (el insulto y la grosería) no me gusta, pero no es lo que me preocupa. Tampoco la libertad de expresión, los políticos saben que su exposición a la opinión pública (de todo tipo de públicos) va con el cargo. No. Lo que me preocupó y motivó esta reflexión fue la utilización del peor insulto, inventado por Sabino Arana en sus años juveniles: el maqueto, los maquetos, la maquetania, 'los maketos' causantes de todas las desgracias que ha sufrido el Pueblo Vasco desde la finalización de las guerras carlistas, los culpables de todos los problemas políticos, económicos, culturales y sociales de los vascos, los invasores enviados por España para desnaturalizar al pueblo vasco y amansarlo, para cargarse el euskera y nuestras tradiciones...

En las ya numerosas ediciones de Ibilaldia (la fiesta anual de las ikastolas de Bizkaia) nunca había ocurrido nada semejante, más allá de abucheos a las autoridades. Lo de este año es peligrosamente nuevo: la utilización política de conceptos del aranismo más racista y xenófobo es, en efecto, un salto cualitativo que, en el marco de las fiestas de apoyo al euskera, sólo puede conllevar problemas y enfrentamientos, tomando como base algo tan sensible como el euskera y la política lingüística.

Para quienes tienen memoria corta, habría también que recordar que estos insultos políticos no se utilizaron en tiempos de los gobiernos de coalición entre PNV y PSE y, en concreto, cuando los socialistas dirigían el Departamento de Educación, como fue el caso del añorado Fernando Buesa, asesinado por ETA hace más de 10 años.

Algo no se ha hecho bien en estos 30 años de autogobierno vasco al amparo del Estatuto de Autonomía si una parte de nuestros jóvenes, euskaltzales, utiliza el concepto del maquetismo como un ariete contra los adversarios políticos. Y, en concreto en el campo de la izquierda abertzale, de los jóvenes radicales vascos, es un enorme paso atrás, porque significa abrazar lo peor del nacionalismo excluyente. Probablemente habrá muchos argumentos que puedan explicar o, al menos, interpretar esta situación. En todo caso, una de las explicaciones ha de ser, sin ninguna duda, el gran déficit de conocimiento y de educación que una parte de nuestros jóvenes exhibe de manera tan obscena. Las carencias de su formación son clamorosas, a diferencia de la gente de la generación anterior, de hace en torno a 30 años, cuyos militantes abertzales estudiaban, leían, debatían, se empapaban con la historia de los países que luchan por su liberación nacional y por su democratización, y con los textos de los líderes de la izquierda y de los pensadores de las escuelas más progresistas, buscando ese imposible de unir socialismo y nacionalismo, que ha sido la constante de tantos movimientos que, surgiendo como movimiento de liberación, acabaron siendo corrientes estrictamente nacionalistas de carácter conservador.

Es la expresión de un fracaso educativo que debiera hacer saltar las alarmas de los responsables políticos para corregir, al menos en las siguientes generaciones, esta deriva tan importante.

En honor a la verdad, he de destacar el comportamiento totalmente honorable y contrario a los insultos racistas que tuvieron los representantes institucionales presentes en el Ibilaldia de Bermeo, todos ellos (salvo las consejeras de Educación, Justicia y Cultura) del Partido Nacionalista Vasco. Todos los medios recogieron su apoyo a la consejera Celaá, los aplausos y la solidaridad expresada. Estuvo bien, es el mínimo exigible, pero estuvo bien y es el comportamiento que puede permitir al PNV aspirar a que sus propuestas puedan ser compartidas por gentes que hoy no están en sus filas. O, al menos, ya que resulta muy dudosa la capacidad integradora del nacionalismo vasco, esa actitud es la base para acuerdos de carácter transversal, acuerdos entre diferentes, que pactan y aceptan las reglas del juego.

El racismo en Euskadi ha sido una tragedia para nuestra convivencia y larvadamente ha estado en el argumentario terrorista etarra. Lo nuevo del otro día es darle carta pública de naturaleza, en la calle, en grupo organizado, al 'antimaquetismo', el racismo del primer nacionalismo vasco, conceptos e ideologías conservadoras que acaban siendo proclamas de grupos autodenominados de izquierda. Mal va ese movimiento abertzale por el camino del antimaquetismo.

¡Lamentable que tras más de 100 años y con todo lo ocurrido en ese siglo las proclamas racistas de Sabino Arana encuentren eco en grupos de jóvenes vascos! Con este tipo de defensores, el euskera no necesita enemigos para declinar. Si esta dinámica continúa, cualquier día les encontraremos cantando aquella coplilla que a principios del siglo XX se oía en algunos barrios del viejo Bilbao: «A la Virgen de Begoña / le vamos a preguntar: / los maquetos que han venido / ¿cuándo se van a marchar?».

Cuando no se aprende de la propia Historia, las situaciones se repiten, volviendo de nuevo al punto de partida. Lástima de tiempo perdido.


http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20100624/opinion/maketa-joan-zaitez-etxera-20100624.html

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