viernes, 28 de septiembre de 2007

La crisis del petróleo

31.7.2003
ROBERTO BERMEJO PROFESOR DE ECONOMÍA DE LA UPV/EHU Y MIEMBRO DE BAKEAZ

El Correo


El petróleo aporta el 40% de la energía comercial, y el 90% de este porcentaje lo utiliza el transporte y, sobre todo, el de carretera. La última y definitiva crisis del petróleo comenzará en el momento en que la capacidad extractiva (se habla de producción, pero no se produce nada, sólo se extrae) alcance su techo y no se pueda hacer frente al incremento de la demanda. El factor clave para definir este momento es la estimación de los recursos existentes, y no es fácil hacerlo porque, además de su dificultad intrínseca, los gobiernos y las empresas petroleras han venido realizando estimaciones muy superiores a las reales. Éstas les permiten a los miembros de la OPEP demandar una mayor cuota de extracción y atraer inversiones a los no miembros de la OPEP. A las empresas petroleras también les ha interesado hasta ahora adoptar la visión optimista para atraer y conservar inversores.

Existen básicamente dos posturas en relación con los recursos de petróleo. Una (suscrita por EE.UU., la Unión Europea y la Agencia Internacional de la Energía) acepta las conclusiones del estudio del año 2000 del US Geological Survey. Éste se basa en la aceptación de las estimaciones realizadas por los estados petroleros, lo que entre otros factores supone aceptar que existen enormes yacimientos por descubrir. Desde hace muchos años unos setenta países, de entre cerca de cien países petroleros, vienen declarando unas reservas constantes, a pesar de las extracciones realizadas. Nunca distinguen entre reservas probadas y estimadas. El informe hace una estimación total de 3 billones de barriles, en función de la cual se considera que no habrá problemas de abastecimiento hasta después de 2030. El US Geological Survey rompe así con las moderadas estimaciones que venía realizando hasta entonces, además de con las del informe 'Global 2000', elaborado en 1980 durante la presidencia de Carter. Este último y otro estudio ('World Oil Supply 1920-2050') realizado en 1995 por entidades independientes coinciden totalmente con la segunda posición, que exponemos en las siguientes líneas.

Esta segunda postura es defendida por muchos geólogos, unos con experiencia en trabajo de prospección y otros investigadores universitarios. Critican la falta de rigor científico del estudio del US Geological Survey y basan sus estimaciones en la teoría de Hubbert, geólogo estadounidense que acertó a predecir en la década de los cincuenta (y en contra de la opinión general) que el techo de extracciones de EE.UU. se produciría a principios de la década de los setenta. La teoría de Hubbert parte de la premisa de que las curvas de descubrimientos de nuevos yacimientos y de extracciones tienen forma de campana, y que unas décadas después de que la primera curva alcanza el techo lo hace, asimismo, la segunda. Los defensores de esta teoría calculan que las reservas son poco más altas de 2 billones de barriles y que el techo de extracción se producirá en 2010.

Basan sus previsiones en los siguientes argumentos: a) Las estimaciones declaradas por los estados petroleros están siendo desmentidas por la realidad. En la década de los ochenta estos estados incrementaron sus estimaciones de reservas en 300.000 millones de barriles, pero se descubrieron sólo 10.000 millones. El ritmo de descubrimientos es la cuarta parte del previsto en el citado estudio de 2000 para el período 1995-2025. b) La curva de nuevos yacimientos alcanzó su techo en 1964, y desde entonces ha seguido una tendencia media a disminuir. A partir de 1981 el consumo supera los descubrimientos, y ahora por cada cuatro barriles consumidos sólo uno procede de nuevos descubrimientos. c) El techo de los descubrimientos debe ser seguido por el de las extracciones, ya que sólo se puede extraer lo que se encuentra. La mayor parte de los países petroleros han sobrepasado el techo de extracciones, y esto ha ocurrido entre treinta y cuarenta años después de superar el techo de los descubrimientos. d) A medida que más países alcanzan el techo de extracción, ésta comienza a descender, de forma que el peso de mantener la oferta al nivel de la demanda recae en cada vez menos países que están en la fase 'pretecho'. De ahí que tengan que acelerar sus extracciones, con lo que se aproximarán rápidamente a su techo. Éstos son algunos países de la antigua Unión Soviética (zona del mar Caspio y Rusia, a la cual se le estima un potencial de crecimiento de extracciones, a pesar de haber superado su techo en la década de los ochenta, debido a que el hundimiento del antiguo régimen produjo una caída anormalmente alta en las extracciones), del golfo Pérsico (Irak, Abu Dhabi y Kuwait), Angola y Brasil (petróleo a gran profundidad en el océano), y Canadá y Venezuela (petróleo no convencional procedente de arenas asfálticas).

A partir de estas consideraciones concluyen que el techo se producirá en 2010, con una extracción diaria de 87 millones de barriles. La extracción actual es de unos 75 millones. Ésta es la conclusión a la que han llegado las Conferencias mundiales de expertos en petróleo celebradas en Upsala (2002) y París (2003). Se estima que, una vez alcanzado el techo, las extracciones irán disminuyendo al ritmo anual del 3%. De todas formas, el alcance del techo no se va a manifestar de una forma puntual en un año determinado, sino que antes de que sea claramente evidente se van a ir produciendo dificultades de suministro en invierno (se consumen 2 millones de barriles/día más que la media), acompañadas de subidas de los precios. Estos fenómenos se irán agudizando con el tiempo, de forma que sólo unos precios muy altos podrán igualar la oferta y la demanda.

Se están manifestando una serie de hechos que respaldan las tesis de los geólogos. El más espectacular es el cambio de postura de las grandes compañías petroleras. Como hemos visto, han venido haciendo previsiones muy optimistas sobre el futuro del petróleo y sobre sus incrementos de extracciones, pero a partir de 2002 esta postura ha empezado a cambiar. Empezó Exxon (la mayor compañía petrolera del mundo) publicando en 2002 un gráfico de la evolución de los descubrimientos mundiales igual -hasta en los detalles mínimos- que el calculado por los geólogos. Esto significa que acepta que el ritmo de los descubrimientos ha venido cayendo desde el techo de 1964. Pero no acepta la conclusión del declive inevitable del petróleo y propone la necesidad de realizar inversiones enormes para encontrar nuevos yacimientos que garanticen el suministro, al menos, hasta 2020. Calcula en un billón de dólares la inversión necesaria para garantizarlo en 2010. Con estas premisas es lógico que prevea fuertes subidas en los precios en el futuro próximo. BP, Shell y Chevron-Texaco han anunciado, por el contrario, que sustituyen sus tradicionales objetivos ambiciosos de 'producción' por otros más reducidos y plantean una cifra de recursos mundiales mucho más baja que la del citado estudio estadounidense. La revista 'Petroleum Review' (enero 2003) ha analizado los proyectos de inversiones de las compañías petroleras y ha llegado a la conclusión de que no aportan incrementos significativos de capacidad extractiva. La razón principal de este cambio ha sido que han tenido que reconocer que en los últimos años no han alcanzado los objetivos anuales de extracción (BP ha rebajado tres veces sus objetivos durante 2002), y ahora se deben contentar con mantener el ritmo de extracciones a costa de masivas inversiones, porque han proliferado las prospecciones fallidas y, en consecuencia, ha disminuido la rentabilidad de sus inversiones. Esto ha provocado la crisis de algunas compañías, que, a su vez, han sido absorbidas por otras. Estas últimas han conseguido así aumentar sus extracciones, algo que no podían hacer con los recursos propios. Esto es lo que ha hecho BP con AMOCO y ARCO.

Otros hechos son el cambio de postura sobre el futuro del petróleo por parte de algunos gobiernos, el creciente eco en los medios de comunicación a la posición de los geólogos, la proliferación de páginas de Internet especializadas en la crisis del petróleo, etc. El gobierno de Australia occidental se plantea un cambio radical de su política energética, basándose en la asunción del agotamiento del petróleo. El Consejo Danés de Tecnología (organismo oficial) va a comenzar una serie de estudios sobre el agotamiento del petróleo y sus consecuencias.


http://www.bakeaz.org/medios/2003/03_07_31,%20Bermejo.htm


Ver también:

El fin de la era del petróleo - 16.9.2004 - El Correo. Roberto Bermejo
El atolladero del petróleo - 12.10.2004 - El Correo. Juanjo Sanchez Arreseigor

No hay comentarios: