sábado, 13 de marzo de 2004

La verdad y los votos

El Correo Digital, Sábado, 13 de marzo de 2004

La verdad y los votos

POLÍTICA


XABIER GURRUTXAGA/


Justamente hace una semana, Mayor Oreja mostraba su actitud ante los problemas políticos señalando: «No busco votos, busco esencialmente la verdad». La masacre y el horror producido por los atentados en Madrid demandan inexcusablemente que Aznar y Acebes nos digan con total transparencia e inmediatez toda la verdad que conocen acerca de la autoría sobre el criminal atentado. Es cierto que el horror, el dolor y la rabia son los mismos, pero no así las consecuencias electorales. Mañana se celebran las elecciones y a nadie se le oculta que la imputación en exclusiva a ETA de la autoría de la masacre beneficia electoralmente al PP. Sin embargo, cualquier investigación que descarte a ETA o la sitúe en una posición secundaria, y se centre prioritariamente en la intervención de Al Quaeda u otro grupo afín, perjudica seriamente los intereses electorales de Rajoy.

Sean quienes sean los deleznables criminales, las víctimas y sus familiares seguirán sufriendo el mismo dolor, pero para una parte significativa de los electores la clarificación resulta relevante a efectos de su propia decisión. Resulta duro e inapropiado hablar de estas cuestiones cuando todavía no hemos enterrado a los muertos, y los familiares y heridos no han tenido aún tiempo para reponerse. Pero, sin embargo, el tiempo político continúa. Dada la dimensión de la tragedia, lo razonable habría sido que se retrasaran las elecciones, precisamente por respeto a las víctimas y a la libertad de elección de los votantes. Para que los ciudadanos acudan a las urnas con el máximo de información sobre los autores de los atentados, el Gobierno debe contar a la opinión pública cuáles eran los indicios y pruebas que le llevaron a considerar como indiscutible la autoría de ETA. Debe explicar por qué descartó al principio cualquier otra opción, calificando, además, de miserable el mero hecho de formular alguna duda sobre tal hipótesis. Los que ayer expresamos alguna duda, vemos hoy que no somos unos miserables, ya que los propios Aznar y Acebes las tienen al no descartar ninguna hipótesis.

Sean quienes sean los autores, está claro que los servicios de información de las Fuerzas de Seguridad del Estado no han funcionado. Y mucho menos si se confirmara que los atentados han sido obra de por grupos vinculados a Al Quaeda. Alguien debería dimitir. ¿Quién explicará al Consejo de Seguridad de la ONU, tras la resolución adoptada ayer en la que se condena a ETA, que se han abierto otras líneas de investigación y que nada está aclarado?

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