viernes, 12 de marzo de 2004

Los atentados siembran el caos en Madrid

El País Digital, Viernes, 12 de marzo de 2004

Los atentados siembran el caos en Madrid

MATANZA EN MADRID - Conmoción en la ciudad

REPORTAJE

Trenes, vehículos, Metro y comunicaciones se colapsan tras las explosiones en las estaciones de Cercanías


V. G. OLAYA / F. J. BARROSO - Madrid

EL PAÍS | España - 12-03-2004


Las autoridades pidieron a los ciudadanos que dejaran de utilizar los móviles

La ciudad vivió momentos de grandes atascos, en especial en la zona sureste


A las 7.35 de la mañana la ciudad se despertó de golpe empapada en sangre y confusión. Las terribles explosiones que hicieron temblar Madrid sumieron a la capital en el más absoluto caos circulatorio y de comunicaciones. Ante la confusión de las primeras informaciones que difundían radios y televisiones, miles de personas intentaron ponerse en contacto con los amigos o familiares que utilizan habitualmente las líneas de Cercanías atacadas por los terroristas.

Los servicios de emergencia que acudieron a atender a los heridos pronto se quedaron sin comunicación con sus bases. Los repetidores de las zonas afectadas por las explosiones no eran capaces de absorber las miles de llamadas que se registraban. Las autoridades tuvieron que reclamar una y otra vez a los ciudadanos que dejaran de utilizar los móviles y dejaran libres las líneas para los servicios de emergencia.

El tráfico telefónico se multiplicó por 8 (un 700% más) entre las 9.00 y las 10.00 en comparación con un día normal, debido al extraordinario número de llamadas realizadas tras los atentados perpetrados en Madrid, informa Europa Press. Según Telefónica, este crecimiento del tráfico se debió especialmente a las llamadas de fijo a móvil. Además, entre las 10.00 y las 11.00 se registró un incremento del 400% de las llamadas de entrada a Madrid.

Ese aumento del tráfico de llamadas motivó que las zonas próximas al atentado se quedaran sin cobertura y que los telefonos enmudecieran. Eso agravó la tensión y el nerviosismo entre los familiares y amigos de las víctimas, ya que no podían comunicarse con ellas. Algunas personas llegaron llorando a las zonas de los atentados, impotentes de hablar con sus allegados.

Telefónica explicó que se produjo un volumen "extraordinario" del tráfico interprovincial entre Guadalajara, Alcalá de Henares y Madrid y que entonces se observó un incremento "notable" de llamadas desde destinos internacionales a Madrid. Así, durante toda la mañana se produjeron problemas "graves" de cobertura en las zonas afectadas por las explosiones, por lo que Telefónica desvió recursos de servicios no prioritarios para mantener la red.

Las centrales que sufrieron más recargas de llamadas fueron las situadas en el sur de Madrid, especialmente en los barrios de San Antón, Atocha y Delicias. En lo que respecta a Telefónica Móviles, entre las 8.00 y las 15.00 el tráfico en Madrid se incremen-tó en un 50% en las llamadas dirigidas a la red de Telefónica y en un 100% en las llamadas hacia otras redes. A escala nacional, el tráfico en la red de Telefónica Móviles creció un 35%. Telefónica Móviles desactivó facilidades secundarias de su servicio para permitir un mejor funcionamiento del servicio básico de voz y ha situado estaciones móviles en distintos puntos de la ciudad para dar cobertura adicional en las estaciones de ferrocarril donde se han producido los hechos y en los hospitales.

Todas las calles próximas a los lugares de los atentados fueron cortadas inmediatamente por la policía para permitir las evacuación de los heridos y muertos. El colapso en estas zonas fue entonces total. La Policía Municipal abrió pasillos dentro de la ciudad que permitieron que las comitivas de ambulancias llegaran a los trenes que sufrieron los atentados. Cerca de 2.800 policías municipales se centraron en labores de tráfico y de auxilio a las víctimas. Pero, si fundamental era que los servicios sanitarios llegaran a las estaciones de tren, más importante era la llegada a los hospitales de toda la ciudad. A todos ellos, e incluso de la periferia fueron trasladados las víctimas. Los agentes escoltaron a las ambulancias y les fueron abriendo paso para evitar que quedaran encerradas en el gran atasco de la ciudad.

Los policías municipales también escoltaron a los jueces que acudieron al levantamiento de los cadáveres y el traslado de éstos a los recintos feriales de IFEMA. También regularon el acceso dentro del pabellón 6, donde eran instalados los féretros "Mucha gente ha venido de fuera, cuando libraba. Se han puesto el uniforme. Después han salido a la calle", señaló un mando del cuerpo.

La ciudad sufrió grandes retenciones, en especial en la zona sureste. Después la circulación se redujo un 50% con respecto a un día laboral. "La gente se ha quedado en casa por miedo a nuevos atentados", explicaron fuentes municipales. De forma espontánea, algunos madrileños colocaron banderas de España con crespones negros en sus balcones.

El servicio de Metro tuvo que ser interrumpido entre las estaciones de Atocha y Pacífico, en la línea 1; entre Marqués de Vadillo y Opera, en la línea 5; y entre Puerta de Arganda y Arganda del Rey, en la línea 9B, según fuentes de la compañía.

En cuanto a la circulación, la la Dirección General de Tráfico y del centro de pantallas del Ayuntamiento señalaron que desde el momento de los atentados, se produjeron retenciones de tráfico en todas las carreteras de acceso y salida de la capital. Tráfico recomendó a los madrileños que, en la medida de lo posible, evitasen el uso del vehículo privado para desplazarse por Madrid y por la periferia. Sólo en el caso de que necesitasen, pidieron que circulasen por la M-30, la única vía de la capital donde no produjeron desvíos ni cortes de tráfico.

Aunque el servicio de Cercanías se mantuvo en algunas líneas tras el atentado, Renfe decidió a las 10.50 suspender de forma cautelar la circulación de los trenes de cercanías que recorren la Comunidad. Poco después, tomó la misma decisión con los trenes de largo recorrido.

No hay comentarios: