sábado, 13 de marzo de 2004

Los terroristas emplearon un explosivo que ETA no ha usado desde hace cuatro años

El Correo Digital, Sábado, 13 de marzo de 2004

Los terroristas emplearon un explosivo que ETA no ha usado desde hace cuatro años

POLÍTICA


El Gobierno asegura que «mantiene abiertas todas las hipótesis», pero concede más veracidad a la teoría que apunta a la banda vasca como autora del atentado Los Bomberos hallaron un artefacto entre los restos de uno de los trenes


ÓSCAR B. DE OTÁLORA/BILBAO


Las investigaciones emprendidas por las fuerzas de seguridad tras la matanza de Madrid siguen sin ser capaces de despejar la gran duda: ¿Detrás de la masacre está ETA o una organización integrista islámica? El propio Gobierno, con Aznar a la cabeza, aseguró ayer que «todas las hipótesis se mantienen abiertas» y, aunque concedió «prioridad» a los indicios que vinculan a los terroristas vascos con el ataque, reconoció que ningún elemento ha permitido descartar la implicación de integristas musulmanes.

«Nada me gustaría más que poder decir: 'los asesinos son éstos', y cuando lo podamos decir, lo diremos», afirmó ayer Aznar. La prudencia del presidente con este tipo de declaraciones no ha hecho sino alimentar las tesis de la oposición de que el Gobierno está siendo opaco al gestionar la información sobre el atentado. Ante estas dudas, el propio presidente se comprometió a mantener una «transparencia total» sobre la matanza. Fruto de esta consigna, el ministro de Interior, Ángel Acebes, ofreció ayer una rueda de prensa en la que hizo público uno de los escasos datos operativos que se conocen sobre el caso.

Los terroristas, según el ministro, emplearon 'Goma 2 Eco', un explosivo industrial fabricado por la Unión Española de Explosivos. Este tipo de material no es nada habitual en ETA, que lo dejó de utilizar en 1985, después de que la Policía gala encontrase un arsenal con dos toneladas. El explosivo había sido robado cinco años antes en un polvorín de Cantabria. La 'Goma 2' no volvió a ser utilizada hasta diciembre de 2000, cuando los terroristas colocaron cincuenta kilos de este producto en la 'caravana de la muerte', un atentado que tenía previsto volar la Torre Picasso de Madrid, pero que fue frustrado por la Guardia Civil. Desde esa fecha, la banda no ha vuelto a introducirlo en ninguna de sus bombas.

Acebes agregó que la Policía desconoce la procedencia de la 'Goma 2'. Según las fuentes consultadas, comprar este producto en España es bastante difícil por las medidas de seguridad que rigen su venta. Asimismo, ninguna empresa autorizada a manejarlo -canteras, minas, firmas de demolición...- ha denunciado un robo. La única hipótesis sobre su origen se encuentra en el mercado internacional -legal o ilegal-, ya que Unión Española de Explosivos exporta a varios países.

La 'Goma 2 Eco' estaba en una bolsa de deportes que los Bomberos de Madrid recogieron en el tren que estalló en el apeadero de El Pozo y entregaron a la Policía, en el convencimiento de que se trataba de las pertenencias de una víctima. Cuando los agentes de la comisaría de Vallecas examinaron el paquete en busca de algún dato que permitiera identificar a su dueño descubrieron con horror el explosivo. Horas más tarde, los artificieros conseguían desactivar la bomba y reunir las primeras pruebas sobre el atentado. Además de la 'Goma 2 Eco', los terroristas habían empleado como activador un teléfono móvil de la gama 'Trium', de Mitsubishi.

La utilización de los celulares para hacer estallar las bombas ha sido una práctica habitual de ETA desde 2000, año en el que consiguieron herir a once policías con una trampa que contaba con un móvil. La bomba recuperada disponía también de un detonador de fabricación española, muy inusual en ETA, y varios kilos de metralla. Según Acebes, el atentado había sido preparado «para no fallar», lo que parece descartar que sus autores tuviesen como objetivo anunciar la colocación del explosivo y permitir así la evacuación de los trenes.

Encapuchados

Los investigadores cuentan también con la declaración de un testigo que en la madrugada del viernes vio a tres personas encapuchadas en la furgoneta robada que la Policía localizó en Alcalá de Henares con siete detonadores y un cinta de versículos coránicos en su interior. Uno de los hombres - que se cubría el rostro con pasamontañas y de 1,85 metros de altura-, entró a la estación de Alcalá con una bolsa y salió sin ella, según el testigo.

Ni este detalle ni los datos sobre el explosivo son determinantes para inculpar o exculpar a un grupo armado. Ayer, para reforzar sus tesis sobre la posible autoría de ETA, el ministro Acebes volvió a recordar que la banda había intentado atentar en Madrid en Navidad, colocando mochilas con explosivos en el Intercity Madrid Irún, y en marzo, con la explosión de 500 kilos de cloratita interceptados en Cuenca. «Nadie tiene ninguna duda de que ETA buscaba una masacre antes de las elecciones. ¿Cómo puede ser que después de 30 años de atentados de ETA, la banda no sea la prioridad?», se preguntó. Frente a esta insistencia en señalar a los terroristas vascos, Acebes aseguró que la reivindicación de Al-Qaida remitida a un periódico londinense no es muy verosímil. Este juicio lo apoyó en su homólogo británico, quien le advirtió que ese dato debía ser «manejado con cautela».

En Francia, mientras tanto, el ministro de Interior, Nicolás Sarkozy, aseguró que la autoría de ETA «había dejado de ser prioritaria» y se comenzaba a considerar la posible implicación de los islamistas, lo que elevó el nivel de alerta en todo el país.

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