El Correo Digital, Viernes, 12 de marzo de 2004
Lo de siempre no vale
OPINIÓN
TONIA ETXARRI/
Nada va a ser igual a partir de la matanza de Atocha. Y si los partidos democráticos no han entendido que el terrorismo, sea cual sea su origen, ha dado un paso adelante en su obsesión por doblegar la voluntad y la libertad de toda la ciudadanía y que ha planteado un desafío a la democracia, en el más puro estilo fascista, seguirán con la rutina de las grandes palabras, gruesas lágrimas y anodinos comunicados de condolencia. Que ya no sirven. Pero, de momento es lo único que se les ha ocurrido.
La matanza de Atocha no tiene precedentes y revela, que el desafío terrorista, independientemente de que sea ETA o cualquier otro grupo integrista, en su obsesión por desestabilizar las instituciones y la democracia ha desbordado todos los límites. Y los políticos deberían también dar un paso adelante. Y además de respetar el Estado de Derecho y cumplir con las sentencias judiciales que en el Parlamento se elude acatar, por ejemplo, hay que ser más imaginativos, más corajudos, y sobre todo, más demócratas.
Y si Zapatero y Rajoy no defraudaron asegurando que el Pacto Antiterrositas es un buen pacto, el lehendakari Ibarretxe tiene la responsabilidad de decir algo más que esto ha sido una «monstruosidad». Si su reacción ante el asesinato del socialista Fernando Buesa fue decir «¿qué barbaridad!» -pero al día siguiente no hizo nada para recuperar el consenso democrático enterrado por el Pacto de Lizarra-, ahora no puede caer en la misma rutina. Por eso, después del mayor atentado contra la democracia, sea de ETA o de cualquier otro grupo fanatizado, el Gobierno vasco no se puede limitar a poner crespones negros en las ikurriñas y concentrarse frente a las sedes oficiales. Hay que hacer más. Con gestos. Sin mirar hacia otro lado. La ciudadanía se merece mucho más.
Y nuestra larga historia de lucha contra el terrorismo demuestra que ETA pasó sus horas más bajas cuando la unidad democrática funcionó, así es que el lehendakari ya sabe lo que tiene que hacer. Los compañeros de Imaz no pueden estar hoy llorando y dentro de unas horas decir que el PP es quien pone en peligro la democracia. No se puede hoy hablar de solidaridad y decir que políticos como Mayor se tienen que ir del País Vasco. No se puede reaccionar como si se tratara de un atentado más. Los terroristas han cruzado la raya conmocionado a todo el pueblo. Por lo tanto, los políticos tienen que estar a la altura. Tienen que cambiar el chip. Y sus prioridades no era acabar con ETA. Del diagnóstico acertado y la estrategia unitaria dependerá que éste sea el primer día de la cuenta atrás en la derrota del terrorismo. O ahora o nunca.
viernes, 12 de marzo de 2004
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